Mire algunas personas santas y eminentes sobre la tierra, y mire al mundo loco, profano y maligno, y la diferencia le dirá, en parte, lo que es el pecado. ¿Es que no hay bondad en una persona santa e irreprensible, que vive en amor para con Dios y con las personas, y en la alegre esperanza de la vida eterna? ¿No es abominable un borracho, promiscuo, blasfemador, malicioso, perseguidor, una criatura repugnante y deformada? ¿No es una visión miserable el estado impío, loco, confuso e ignorante del mundo? ¿No es todo eso en lo que el pecado consiste?
"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19
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