"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19

lunes, 4 de enero de 2016

ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO, por Richard Baxter. Directriz Nº 8


Fíjese en el estado de tormento de los condenados, y piense bien la diferencia entre ángeles y demonios, y ahí verá qué es el pecado.  Los ángeles son puros; los demonios son sucios: santidad y pecado son dos extremos.  El pecado habita el infierno, la santidad el cielo.  Recuerde que toda tentación viene del diablo, para hacerle ser como él es; y toda disposición santa viene de Cristo, para hacerle ser como Él es.  Acuérdese cuando peque, que está usted imitando y aprendiendo del diablo, y será, hasta ese instante, como él (Juan 8:44).  Y la finalidad que esto conlleva es que también usted sienta los mismos sufrimientos que él.  Si el infierno de fuego no es bueno, tampoco lo es el pecado.

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