"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19

viernes, 20 de diciembre de 2013

QUIERO TENER OJOS DE ETERNIDAD

¡Oh! Si mis ojos pudiera yo despegar de las cosas de este mundo, de todas ellas, porque los han hecho presos.  Sólo dolores me ha dado esta visión terrenal.  He visto pequeños fulgores de la Ciudad Celestial, y esa visión ha sido la más hermosa que he podido contemplar.
¡Oh! ¡Si mis ojos fueran cegados por esa luz celestial, como lo fue Saulo!  Entonces mi corazón sería lleno, estaría satisfecho y no buscaría nunca más ninguna otra cosa sino ver la Gloria de mi Salvador.  La Gloriosa cruz, la Preciosa Sangre, Su Perfecta Obra.  
Al ver el fulgor y la belleza de la Gloria Eterna, y por otro lado, el poco brillo y la fealdad de la gloria terrenal, no tendría ánimo de comprar nada en esta tierra, con tal de comprar sólo lo eterno.


martes, 10 de diciembre de 2013

REFLEXION SOBRE RESOLUCION N° 3 DE JONATHAN EDWARDS

Resolución III
"Si alguna vez fallo en mantener mis resoluciones, cualquiera de ellas, sea porque peco o porque me pongo flojo, me propongo arrepentirme de todo lo que me acuerde una vez que reaccione."

Nuestro querido Jonathan Edwards, estaba tan consciente de ser un hombre común y corriente, sujeto a pasiones como cualquiera (Santiago 5:17), que estaba prevenido de que era muy probable que en algún momento fallara a estas decisiones que él mismo se había propuesto cumplir.  Sabía que no era un superhombre, sabía que era un hombre débil y falible, ante Dios un simple vaso de barro.
Es importante que sepas tu debilidad, que reconozcas que nunca serás un superhombre o una supermujer.  Pero sí es importante decidir algo:  Si fallo, reconocerlo y arrepentirme para volver a tomar el camino extraviado.  
Muchas veces, sólo vivimos, dejamos atrás cosas muy buenas que habían en nuestras vidas, y con facilidad olvidamos nuestras buenas intenciones y nuestros compromisos que tomamos alguna vez.  Ya lo hiciste, tal vez ya dejaste el camino, tal vez ya pecaste, dejaste de hacer algo que era muy importante..., pero ya lo hiciste.  Laméntate, porque sería una locura que te dijera que no importa.
Dejaste de hacer algo muy importante en tu vida, sólo porque fuiste negligente.  Dejaste de servir a Dios tal vez como lo hacías antes y sería una locura que te dijera "no llores".  Sólo alguien que no entiende lo corta que es la vida y lo importante de cada día y de cada pequeña decisión, puede mirar en poco estas fallas.  Pero sí te digo una cosa: Luego de llorar lo suficiente, sécate las lágrimas y confía en Dios, que es tu ayudador.  Hoy puedes retomar el camino, arrepentirte y volver a hacer lo que dejaste atrás, volver a sentir lo que sentías.



jueves, 5 de diciembre de 2013

COMENTARIO SOBRE RESOLUCION N° 2 DE JONATHAN EDWARDS


RESOLUCION II
Me propongo siempre tratar de inventar alguna nueva idea para glorificar a Dios y servir a mi prójimo.

J. Edwards quería afanarse en algo muy loable.  Así como muchos se afanan por inventar algún nuevo negocio, y como muchos tratamos de ver cómo podemos obtener algún ingreso extra que nos pueda ayudar a solventar nuestros gastos y deudas, el afán de Edwards era uno distinto: "¡¿Qué puedo hacer hoy que no haya hecho antes, con lo que pueda glorificar a mi Dios y que sirva de provecho también para los demás?!"  

Su mente estaba enfocada en tratar de hacer algo que fuera para la Gloria de Dios primero, y también de beneficio para el prójimo, y en esto pensaba continuamente.  Sería muy maravillosa nuestra vida si nos enfocáramos más en esto que en los afanes terrenales.  Las cosas de este mundo tienen su lugar de importancia, pero nunca permitamos que nos coman la vida y nos amarguen el corazón, y que terminemos siendo presas de la ambición y la codicia.  
¡Sirve a Dios con energía y creatividad! ¡Con todo tu corazón!