"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19

martes, 27 de octubre de 2015

LA IGLESIA - El Evangelismo

La Iglesia debe ser eminentemente evangelística.  Una de las principales razones de porqué la Iglesia debe ser un cuerpo evangelístico, es porque este es el encargo o comisión que Cristo le dejó (Marcos 16:15).  Otra es porque el Evangelio es el medio para la salvación de los hombres (1 Corintios1:21)
 La más grande trampa de Satanás es convencer a los cristianos de que los responsables de ganar almas para Cristo son sólo los pastores y predicadores.  Esta actitud le ha hecho gran daño a la iglesia.  Es cosa de ver Hechos 8:4 para darse cuenta que la iglesia primitiva no había caído en este error.
Por eso es que siempre la iglesia de Cristo, sin importar la denominación, se ha visto impulsada por el Espíritu de Dios y la misma Palabra del Señor, a predicar el Evangelio a toda criatura . 
El Evangelismo implica que la Iglesia debe vivir y predicar el Evangelio, y esto incluye a todos sus miembros.

¿QUÉ ES EL EVANGELIO?
EVANGELIO es una palabra que viene de los vocablos griegos : EU que significa bien o bueno, y ANGHELION que significa mensaje.  Por lo tanto, Evangelio son las buenas nuevas, o el buen mensaje.
Para la definición del Evangelio vamos a analizar algunos textos bíblicos:

1. ¿Qué es el Evangelio según Romanos 1:16?


2. ¿Qué es lo que se revela en el Evangelio según Romanos 1:17?


3. ¿Qué “ingredientes” tiene el mensaje del Evangelio según 1 Corintios 15:3-4?


La Predicación del Evangelio
La gran forma en que la Biblia enmarca la evangelización, es la predicación.  El Evangelio debe ser predicado.  La predicación es la palabra griega “kerigma, que significa “anunciar o proclamar como un emisario”.  Así que la predicación en sí es un discurso, un mensaje proclamado. 

Las formas en que el Evangelio es predicado:
En lugares públicos y privados (Hechos 16:13; Hechos 20:20)
En forma personalizada (Hechos 8:34-35)
A viva voz, dirigiéndose a una multitud (Hechos 2:22)

El gran ejemplo de George Whitefield.

George Whitefield fue el predicador del evangelio más viajero de su época y muchos creen que fue el más grande evangelista de todos los tiempos.  Junto a John Wesley (el fundador del Metodismo) en Inglaterra,  y a Jonathan Edwards en Estados Unidos, contribuyó a dar forma a un avivamiento que transformó decisivamente la iglesia y la sociedad de su tiempo. La primera vez que Whitefield predicó, algunos se burlaban, pero la mayoría estaban impactados, y se dice que se presentó una queja al Obispo que le había permitido predicar, ya que 15 personas habrían quedado literalmente locas (perturbadas mentalmente) después de escuchar el mensaje, a lo que el Obispo respondió: “espero que su locura dure hasta el próximo domingo”.

lunes, 19 de octubre de 2015

LA IGLESIA - El canto y la música en la iglesia

El canto y la música ocupan un lugar importante entre las prácticas de la Iglesia.  Históricamente, la iglesia cristiana ha sido una iglesia que canta.  Si nos remontamos a los tiempos del Antiguo Testamento, encontraremos todo un libro donde se aglomeran cantos y oraciones dirigidos a Dios.  El libro de Salmos es el himnario bíblico.  Los salmos fueron utilizados durante la adoración en el templo.  Luego de cruzar el Mar Rojo, Moisés y los hijos de Israel cantaron al Señor (Exodo 15:1).  La temprana iglesia fue instruida a ser una iglesia cantante (Efesios 5:19)  La iglesia triunfante también es una iglesia cantante (Apocalipsis 5:9; 14:3; 15:3).

La adoración debe ser en el Espíritu y no en la carne.  Esto significa que debemos adorar y cantar en el poder del Espíritu Santo y bajo su dirección. 
La adoración debe ser en Verdad.  Esto significa que el canto y la adoración de la iglesia deben basarse en la Palabra de Dios y muy especialmente en la revelación de Cristo en el Nuevo Testamento. 
La adoración requiere santificación y temor de Dios.  ¡Cuánto pecamos en esto por culpa de nuestra indiferencia, falta de sinceridad e hipocresía! ¿Estamos completamente convencidos y seguros de lo que cantamos en un himno, o hemos cantado sobre arrepentimiento y entrega porque sí, sin decirlo en serio?

 Tenemos claro que la música y el canto son una práctica bíblica.  El gran debate ha sido siempre la forma.  ¿Es importante la forma de la música y de las letras?  ¿Existe algún margen regulado por la Biblia o el sentido común?

En la introducción a la colección de himnos de 1751, Juan Wesley, el fundador del Metodismo, especificó la forma como debían ser cantados los himnos dando además sus tonalidades. Además de esto Juan Wesley aconsejaba la forma de cantar: “Cantad espiritualmente.  Poned los ojos en Dios en cada una de las palabras que cantéis.  Ayudaos en agradarle más que a vosotros mismos o que a cualquier criatura.  Para lograrlo, poned atención a todo lo que cantéis y mirad que vuestro corazón no sea llevado por el sonido sino que sea ofrecido a Dios continuamente". 
La música y la letra de nuestros cantos debe ser acorde a la dignidad de quien los recibe.  A continuación transcribo las palabras de un pastor metodista de Puerto Rico en 1939:
“Si la religión ha de ser la más noble y perfecta expresión del espíritu humano, el himno religioso ha de ser reflejo de esa noble y perfecta expresión.  Ninguna poesía de incorrecta gramática, falsa en el sentimiento y errónea en las ideas, debe permitirse en la formación o estímulo del sentimiento religioso.  Ninguna música sincopada de ritmo procaz, alborotado, irreflexivo o sensual, puede producir la lucidez mental, la iluminación del espíritu pertinente para asimilarnos al elevado espíritu de Jesús, comprenderle, aceptar y practicar sus ideales y entregarnos a Él para una vida de mayor rendimiento.”

Más allá de si usamos instrumentos electrónicos o no, y la variedad de ellos, la regla para cantar a Dios debe ser la reverencia, el orden, la humildad y el gozo pero del Espíritu. 

Hay cada vez más creyentes e iglesias bíblicas que se están abriendo a los cantos modernos de “alabanza y adoración”.  Estas canciones tienen un poder atractivo fascinante, sobre todo para los creyentes más jóvenes.  Están irrumpiendo más y más en las reuniones de jóvenes, en los coros de las iglesias, en los cultos y actividades de diferentes iglesias conservadoras y fieles a la Biblia.
Las canciones “cristianas” de la actualidad tienen melodías arrebatadoras, comunican alegría, entusiasmo, estímulo y vigor, suscitan emociones. 
Es triste tener que decir que en muchas iglesias se ha descuidado la sana alabanza de Dios y la adoración de corazón. 
Esto ha producido un conflicto con los creyentes más mayores que no pueden cantar estos nuevos cantos, porque son expresiones de otro espíritu y de otra clase de “cristianismo”.
Es necesaria la paciencia para convencer a los hermanos que al principio quizá no comprendan  porqué la mayoría de estas nuevas canciones no son buenas.
Si queremos adorar en espíritu y en verdad, tenemos que guardarnos de toda suciedad y mezcla espiritual.  Pero tampoco queremos olvidar que puede haber canciones nuevas verdaderamente espirituales.  Debemos orar diligentemente a Dios para el discernimiento de las letras y los ritmos. 


Material utilizado.
La alabanza carismática y la adoración bíblica en Espíritu y Verdad. - Rudolf Ebertshäuser.

Factores importantes a tomar en cuenta respecto a la música: Volumen y ritmo. 
Factores importantes a tomar en cuenta respecto a la letra: La regla debe ser la Palabra de Dios, deben ser cantos doctrinales, especialmente de la doctrina de Dios, de Cristo, su persona y su obra.



TEXTO PARA MEMORIZAR
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Colosenses 3:16

martes, 13 de octubre de 2015

LA IGLESIA

II Señales de una iglesia verdadera.

Cuando hablamos de señales, hablamos de sellos o distintivos.  En este caso son marcas que nos pueden dar la certeza de que una congregación no es un simple conjunto de personas con buenas intenciones y con ideas religiosas, sino que son una iglesia verdadera. 

Diremos que las marcas o señales de una iglesia verdadera son 3:
a) La Predicación verdadera de la Palabra; b) La correcta administración de los sacramentos; c) El ejercicio de la disciplina.

Vamos a distinguir eso sí entre señales esenciales, sin las cuales una iglesia no es iglesia, y señales no esenciales, pero que aportan a la buena salud de la iglesia.

SEÑALES ESENCIALES:
a)   La Predicación verdadera de la Palabra: Esta es la más importante señal.  Es el gran medio para mantener la iglesia y capacitarla.  Juan 8:31-32, 47; 2° Juan 1:9.  Esto no significa que la predicación de la palabra en una iglesia deba ser perfecta para considerarla verdadera.  Mientras estemos en la tierra, sólo se puede hablar de una pureza relativa en cuanto a enseñanza.  Sin embargo, existe un límite que cuando se traspasa, la iglesia deja de ser verdadera.  Esto ocurre cuando se niegan fundamentos de la fe, y la doctrina y la vida dejan de estar bajo el control de la Palabra de Dios.

SEÑALES NO ESENCIALES:
El buen estado de la iglesia en cuanto a estas señales, depende del buen estado de la iglesia en cuanto a la primera señal.  Si la primera señal está descuidada, las otras dos también lo estarán.
b)   La Correcta Administración de los Sacramentos : En la iglesia cristiana, los llamados sacramentos son sólo dos: Bautismo en agua y Santa Cena o Cena del Señor.  Estos sacramentos no tienen poderes mágicos por sí mismos.  Ni el agua del bautismo, ni el vino ni el pan de la cena tienen algún poder mágico en su interior que puedan limpiar o cambiar la vida de alguien, sino la palabra de Dios que está representada por estos elementos.  Ya que su poder viene de la Palabra de Dios, deben ser administrados por ministros de la Palabra.  (Marcos 16:15-16; 1 Corintios 11:23-30). 

c)    El ejercicio de la disciplina : Es importante para mantener la pureza de la doctrina y la santidad de los sacramentos.  La palabra de Dios insiste en la disciplina adecuada en la iglesia.  (Mateo 18:18; 1 Corintios 5:1-5; Apocalipsis 2:14-16)

viernes, 9 de octubre de 2015

LA IGLESIA

I Naturaleza de la Iglesia.
El Nuevo Testamento llama iglesia (ekklesía = llamados afuera) a las siguientes situaciones:
a)      Un grupo de creyentes que forma una iglesia local, ya sea que estén congregados o no (Romanos 16:4)
b)      Iglesias domésticas, que se reunían en casas por falta de edificios (Romanos 16:23)
c)      En Hechos 9:31 se refiere a un grupo de iglesias. 
d)      Se le llama también a la iglesia que se reúne en todo el mundo para adorar a Dios (1 Corintios 10:32), y en Efesios 4:11-18 se refiere a la Iglesia como organismo (cuerpo) espiritual.
e)      También se llama iglesia a la totalidad de los creyentes de todos los tiempos, en el cielo y en la tierra (Efesios 1:22)
En todas estas definiciones, vemos que la Iglesia está compuesta de creyentes en Cristo.

El Señor es quien fundó la Iglesia (Mateo 16:18), quien la sostiene (Mateo 28:20), el que añade a los miembros (Hechos 2:47), y Él mismo es su máximo líder (Efesios 5:23).

Marque con una X cuál de las siguientes afirmaciones es correcta respecto a la Iglesia:
a)      La Iglesia es una institución
b)      La Iglesia es una fundación sin fines de lucro
c)      La Iglesia es un organismo espiritual

1. Podemos distinguir entre la IGLESIA INVISIBLE y la IGLESIA VISIBLE.
Hablamos de IGLESIA INVISIBLE, porque la naturaleza de la Iglesia es espiritual, así que es imposible decir quién pertenece a la iglesia de manera perfecta.  Tal vez se puede incluir a alguien que realmente no es de la iglesia o se puede excluir a alguien que sí es de la iglesia. La unión entre los creyentes es mística, no es un lazo visible y las bendiciones de la salvación tampoco pueden ser vistas por el ojo humano.  No todos los que pertenecen a la Iglesia Invisible pertenecen también a la Visible (ejemplo: el malhechor que se convirtió en la cruz).

Hablamos de IGLESIA VISIBLE, porque la Iglesia de Cristo tiene una organización externa: culto público, sacramentos (Bautismo y Cena del Señor), evangelismo y estructuras de gobierno.  La Iglesia visible se compone de todos los que profesan la fe verdadera en todo el mundo.  No todos los que pertenecen a la Iglesia Visible pertenecen también a la Iglesia Invisible (ejemplo: personas que nunca han nacido de nuevo).

2. Podemos distinguir entre IGLESIA MILITANTE e IGLESIA TRIUNFANTE.
La IGLESIA MILITANTE es la del presente, que está manteniendo guerra espiritual, contra el mundo que está bajo el dominio de Satanás (Juan 12:31).  Es una guerra ofensiva y defensiva al mismo tiempo.
La IGLESIA TRIUNFANTE, es la totalidad de los creyentes que ya están en Gloria con el Señor.  “La espada fue cambiada por palmas de victoria” (Louis Berkhoff). 
REPASO
1.       ¿Qué es la Iglesia y quiénes la componen?
_________________________________________________________________________.
2.  ¿Quiénes componen la Iglesia Triunfante?_______________________________________.

TEXTO PARA MEMORIZAR

“y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;”  Colosenses 1:18