"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19

lunes, 19 de octubre de 2015

LA IGLESIA - El canto y la música en la iglesia

El canto y la música ocupan un lugar importante entre las prácticas de la Iglesia.  Históricamente, la iglesia cristiana ha sido una iglesia que canta.  Si nos remontamos a los tiempos del Antiguo Testamento, encontraremos todo un libro donde se aglomeran cantos y oraciones dirigidos a Dios.  El libro de Salmos es el himnario bíblico.  Los salmos fueron utilizados durante la adoración en el templo.  Luego de cruzar el Mar Rojo, Moisés y los hijos de Israel cantaron al Señor (Exodo 15:1).  La temprana iglesia fue instruida a ser una iglesia cantante (Efesios 5:19)  La iglesia triunfante también es una iglesia cantante (Apocalipsis 5:9; 14:3; 15:3).

La adoración debe ser en el Espíritu y no en la carne.  Esto significa que debemos adorar y cantar en el poder del Espíritu Santo y bajo su dirección. 
La adoración debe ser en Verdad.  Esto significa que el canto y la adoración de la iglesia deben basarse en la Palabra de Dios y muy especialmente en la revelación de Cristo en el Nuevo Testamento. 
La adoración requiere santificación y temor de Dios.  ¡Cuánto pecamos en esto por culpa de nuestra indiferencia, falta de sinceridad e hipocresía! ¿Estamos completamente convencidos y seguros de lo que cantamos en un himno, o hemos cantado sobre arrepentimiento y entrega porque sí, sin decirlo en serio?

 Tenemos claro que la música y el canto son una práctica bíblica.  El gran debate ha sido siempre la forma.  ¿Es importante la forma de la música y de las letras?  ¿Existe algún margen regulado por la Biblia o el sentido común?

En la introducción a la colección de himnos de 1751, Juan Wesley, el fundador del Metodismo, especificó la forma como debían ser cantados los himnos dando además sus tonalidades. Además de esto Juan Wesley aconsejaba la forma de cantar: “Cantad espiritualmente.  Poned los ojos en Dios en cada una de las palabras que cantéis.  Ayudaos en agradarle más que a vosotros mismos o que a cualquier criatura.  Para lograrlo, poned atención a todo lo que cantéis y mirad que vuestro corazón no sea llevado por el sonido sino que sea ofrecido a Dios continuamente". 
La música y la letra de nuestros cantos debe ser acorde a la dignidad de quien los recibe.  A continuación transcribo las palabras de un pastor metodista de Puerto Rico en 1939:
“Si la religión ha de ser la más noble y perfecta expresión del espíritu humano, el himno religioso ha de ser reflejo de esa noble y perfecta expresión.  Ninguna poesía de incorrecta gramática, falsa en el sentimiento y errónea en las ideas, debe permitirse en la formación o estímulo del sentimiento religioso.  Ninguna música sincopada de ritmo procaz, alborotado, irreflexivo o sensual, puede producir la lucidez mental, la iluminación del espíritu pertinente para asimilarnos al elevado espíritu de Jesús, comprenderle, aceptar y practicar sus ideales y entregarnos a Él para una vida de mayor rendimiento.”

Más allá de si usamos instrumentos electrónicos o no, y la variedad de ellos, la regla para cantar a Dios debe ser la reverencia, el orden, la humildad y el gozo pero del Espíritu. 

Hay cada vez más creyentes e iglesias bíblicas que se están abriendo a los cantos modernos de “alabanza y adoración”.  Estas canciones tienen un poder atractivo fascinante, sobre todo para los creyentes más jóvenes.  Están irrumpiendo más y más en las reuniones de jóvenes, en los coros de las iglesias, en los cultos y actividades de diferentes iglesias conservadoras y fieles a la Biblia.
Las canciones “cristianas” de la actualidad tienen melodías arrebatadoras, comunican alegría, entusiasmo, estímulo y vigor, suscitan emociones. 
Es triste tener que decir que en muchas iglesias se ha descuidado la sana alabanza de Dios y la adoración de corazón. 
Esto ha producido un conflicto con los creyentes más mayores que no pueden cantar estos nuevos cantos, porque son expresiones de otro espíritu y de otra clase de “cristianismo”.
Es necesaria la paciencia para convencer a los hermanos que al principio quizá no comprendan  porqué la mayoría de estas nuevas canciones no son buenas.
Si queremos adorar en espíritu y en verdad, tenemos que guardarnos de toda suciedad y mezcla espiritual.  Pero tampoco queremos olvidar que puede haber canciones nuevas verdaderamente espirituales.  Debemos orar diligentemente a Dios para el discernimiento de las letras y los ritmos. 


Material utilizado.
La alabanza carismática y la adoración bíblica en Espíritu y Verdad. - Rudolf Ebertshäuser.

Factores importantes a tomar en cuenta respecto a la música: Volumen y ritmo. 
Factores importantes a tomar en cuenta respecto a la letra: La regla debe ser la Palabra de Dios, deben ser cantos doctrinales, especialmente de la doctrina de Dios, de Cristo, su persona y su obra.



TEXTO PARA MEMORIZAR
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Colosenses 3:16

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