Considere la vida que usted vivirá para siempre, si va al Cielo; y la vida que viven los santos allí ahora; y entonces no piense que el pecado, que tan contrario es a eso, no es una cosa tan vil y odiosa. O usted vivirá en el Cielo, o no. Si no, usted no es uno de aquellos para quien yo hablo. Si usted lo es sabe que allí no se practica el pecado, no existe una mente mundana, orgullo, pasiones, lujuria y placeres carnales... Oh! Si usted pudiese ver y escuchar apenas durante una hora, cómo aquellos benditos espíritus se encuentran, amando y magnificando altamente al glorioso Dios en pureza y santidad, y cuán lejos están ellos del pecado; ver esto le haría a usted repugnar el pecado y vera los pecadores en un estado de extrema decadencia como hombres desnudos nadando en medio de sus excrementos. Especialmente, piense que usted tiene esperanza de vivir para siempre como aquellos santos espíritus; y, por tanto, el pecado no será atractivo para usted.
"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19
sábado, 19 de diciembre de 2015
miércoles, 9 de diciembre de 2015
ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO Por Richard Baxter. DIrectriz N° 6
Piense cuan puros y dulces deleites puede un alma santa disfrutar de Dios en su santa adoración; y entonces verá usted lo que es el pecado, pues él nos impide estos deleites y prefiere en su lugar una lujuria carnal. ¡Oh!, con cuán gran felicidad podríamos realizar cada deber, cuán grandes frutos podríamos producir sirviendo a nuestro Señor, y qué deleites encontraríamos en Su amor y aceptación, y cómo pensaríamos más en la eterna bienaventuranza, si no estuviese el pecado; el cual aparta las almas de las
puertas de los cielos, y las hace caer, tal como un cerdo, en su querido lodazal.
puertas de los cielos, y las hace caer, tal como un cerdo, en su querido lodazal.
lunes, 7 de diciembre de 2015
ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO Por Richard Baxter. Directriz N° 5
Piense en el propósito de la existencia del alma humana. ¿Para qué fue creada? Para amar, obedecer y glorificar a nuestro Creador; y verá usted lo que es el pecado, pues éste pervierte y anula ese propósito. ¡Cuán excelentemente grande y santa es la obra para la que fuimos creados y a la que hemos sido llamados! ¿Deberíamos deshonrar el templo de Dios, y servir al diablo en su inmundicia y absurdo, en lugar de recibir, servir y glorificar a nuestro Creador?
lunes, 30 de noviembre de 2015
ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO por Richard Baxter. Directriz N° 4
Considere y conozca el maravilloso amor y la misericordia de Dios, y piense en todo lo que Él ha hecho por usted, y usted odiará el pecado, y se avergonzará de Él. Es un pecado grave, incluso para el sentido común y la ingenuidad, que debamos ofender a un Dios de bondad infinita que llenó nuestras vidas de misericordia. Usted será afligido si ha dañado a un amigo extraordinario; su amor y su bondad vendrán a sus pensamientos y sentirá rabia de su propia maldad. Por un lado verá la gran lista de las misericordias de Dios hacia usted, hacia su alma y cuerpo. Por otro lado verá a satanás, escondiendo de usted el amor de Dios, y tentándole bajo pretensión de humildad, intentando negar Su gran y especial misericordia; procurando destruir también su arrepentimiento y humillación escondiendo también la gravedad de su pecado.
viernes, 27 de noviembre de 2015
ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO. Por Richard Baxter - Directriz N° 3
Piense bien cuán santa es la obra y trabajo del Espíritu Santo, y cuan grande misericordia es esto para nosotros. ¿Va Dios mismo, la luz celestial, hacia un corazón pecaminoso para iluminarlo y purificarlo? ¿Y todavía debo mantener mi oscuridad y corrupción, en oposición a esa maravillosa misericordia? Aunque no todo pecado contra el Espíritu Santo es una blasfemia imperdonable, todo se agrava aún más por medio de eso.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO por Richard Baxter. Directriz N° 2
Tenga bien considerado el sacrificio de Cristo, su sangre derramada y su vida santa. Su trabajo es expiar el pecado y destruirlo. Su sangre fue derramada por éste. Su vida lo condenó. Ame Usted a Cristo y odiará aquello que causó su muerte. Ame a Cristo y usted anhelará ser hecho a su imagen, y odiará aquello que tan contrario es a Él.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO por Richard Baxter. Directriz N° 1
1. Debo esforzarme tanto por conocer a Dios
como para ser CONMOVIDO por sus atributos, por su santidad, por su amor, su
gracia, su justicia, su ira, su bondad, paciencia y misericordia. Es tan santo, tan ajeno al pecado, a pesar de
eso, me ama a tal grado que dio a su Hijo Jesús para salvarme. Su gracia es tan grande porque no me ha
pagado de acuerdo a los males que he hecho y todo el pecado que he cometido en su
contra. Es tan bueno y paciente para con
mi vida, y cada día puedo ver su misericordia rodeándome.
Debo vivir siempre delante de Él, no huir de su
presencia ni pretender que no está en algún lugar, no olvidar que me ve en todo
momento, ni ignorar que continuamente me escudriña y sabe todo lo que pienso y
siento.
Nadie puede conocer el pecado perfectamente
porque nadie puede conocer a Dios perfectamente. No puedo conocer el pecado más de lo que
conozco a Dios, contra quien peco. La
maldad formal del pecado es relativa, pues es contra la voluntad y los
atributos de Dios. El hombre piadoso
tiene algún conocimiento de la maldad del pecado porque él tiene algún
conocimiento del Dios que es ofendido por éste.
El impío no tiene un conocimiento práctico y
prevaleciente de la maldad del pecado porque él no tiene un conocimiento de
Dios. Aquellos que temen a Dios temerán
al pecado; aquellos que en sus corazones son irreverentes e impertinentes para
con Dios, harán, en sus corazones y en sus vidas, lo mismo para con el pecado;
el ateísta, que piensa que Dios no existe, también piensa que no hay pecado
contra Él. Nada en el mundo entero nos
mostrará de forma tan simple y poderosa la maldad del pecado, tanto como el
conocimiento de la grandeza, bondad, sabiduría, santidad, autoridad, justicia,
verdad, etc, de Dios. Por tanto, el
sentir su presencia hará que también sintamos la maldad del pecado.
lunes, 2 de noviembre de 2015
EL LEGADO DE LOS REFORMADORES
Los reformadores nos dejaron bases firmes. Estas bases son firmes no porque las hayan
inventado hombres muy intelectuales, sino que su fuerza y firmeza emana de las
Escrituras. Por sobre todo, lo que los
reformadores nos enseñaron fue la necesidad de ser fieles a lo que dice la Biblia
por sobre las opiniones e imposiciones humanas.
Ellos formularon algunos lemas en latín
conocidos como las CINCO SOLA DE LA REFORMA:
1. Sola Scriptura (Sólo por medio de la Escritura) :
Sola Scriptura enseña que sólo la Biblia es la Palabra de Dios, la única regla
de fe inspirada por Dios. La única
fuente de doctrina cristiana, y que es accesible para todos, capaz de ser
entendida con claridad. Es la única
fuente de donde los cristianos podemos obtener verdadera luz y guía. La Biblia se puede interpretar por medio de
ella misma. Las enseñanzas tradicionales del catolicismo que dice que la Biblia
sólo se puede interpretar fielmente a través de la tradición apostólica,
representada por el Magisterio (los obispos y el Papa). (Isaías 8:20)
2. Sola Fide (Sólo por la fe Dios salva) : Es la
enseñanza que dice que la justificación (ser declarado justo o inocente por
Dios), se recibe sólo por la fe, sin ninguna mezcla con buenas obras, aunque se
puede comprobar que hay fe a través de las buenas obras. La formula sería: “La fe produce
justificación y buenas obras”, contraria a la fórmula católica : “fe y buenas
obras producen justificación”. (Romanos
1:17)
3. Sola Gratia (Sólo por Gracia): Esta doctrina
sostiene que la salvación viene sólo por la gracia divina, es decir, por un
favor inmerecido, no como algo que el pecador haya conseguido por sus propios
méritos. (Efesios 2:8)
4. Solus Christus (Sólo Cristo o Sólo a través de
Cristo) : Este lema enseña que Jesucristo es el único mediador entre Dios y el
hombre, y que no hay salvación por medio de ningún otro. Ni santos, ni el papa,
ni la iglesia como institución. (1 Timoteo 2:5)
5. Soli Deo Gloria (Sólo a Dios la Gloria) : Soli Deo
Gloria enseña que toda la gloria es sólo para Dios, puesto que la salvación
sólo se lleva a cabo a través de su voluntad y acción; no sólo el don de la
redención de Jesús en la cruz, sino también el don de la fe en esa redención,
creada en el corazón del creyente por el Espíritu Santo. (Romanos 11:36).
Sola Scriptura -Sola Fide - Sola Gratia
Solus Christus
Soli Deo Gloria
martes, 27 de octubre de 2015
LA IGLESIA - El Evangelismo
La Iglesia debe ser eminentemente evangelística. Una de las principales razones de porqué la Iglesia debe
ser un cuerpo evangelístico, es porque este es el encargo o comisión que Cristo
le dejó (Marcos 16:15). Otra es porque
el Evangelio es el medio para la salvación de los hombres (1 Corintios1:21)
La más grande
trampa de Satanás es convencer a los cristianos de que los responsables de
ganar almas para Cristo son sólo los pastores y predicadores. Esta actitud le ha hecho gran daño a la
iglesia. Es cosa de ver Hechos 8:4 para
darse cuenta que la iglesia primitiva no había caído en este error.
Por eso es que siempre la iglesia de Cristo, sin importar
la denominación, se ha visto impulsada por el Espíritu de Dios y la misma
Palabra del Señor, a predicar el Evangelio a toda criatura .
El Evangelismo implica que la Iglesia debe vivir y
predicar el Evangelio, y esto incluye a todos sus miembros.
¿QUÉ ES EL
EVANGELIO?
EVANGELIO es una palabra que viene de los vocablos griegos
: EU que significa bien o bueno, y ANGHELION que significa mensaje. Por lo tanto, Evangelio son las buenas
nuevas, o el buen mensaje.
Para la definición del Evangelio vamos a analizar algunos
textos bíblicos:
1. ¿Qué es el Evangelio según Romanos 1:16?
2. ¿Qué es lo que se revela en el Evangelio según Romanos
1:17?
3. ¿Qué “ingredientes” tiene el mensaje del Evangelio
según 1 Corintios 15:3-4?
La Predicación del
Evangelio
La gran forma en que la Biblia enmarca la evangelización,
es la predicación. El Evangelio debe
ser predicado. La predicación es la palabra
griega “kerigma, que significa “anunciar o proclamar como un emisario”. Así que la predicación en sí es un discurso,
un mensaje proclamado.
Las formas en que el Evangelio es predicado:
En lugares públicos y privados (Hechos 16:13; Hechos
20:20)
En forma personalizada (Hechos 8:34-35)
A viva voz, dirigiéndose a una multitud (Hechos 2:22)
El gran ejemplo de
George Whitefield.
George Whitefield fue el predicador del evangelio más
viajero de su época y muchos creen que fue el más grande evangelista de todos
los tiempos. Junto a John Wesley (el
fundador del Metodismo) en Inglaterra, y
a Jonathan Edwards en Estados Unidos, contribuyó a dar forma a un avivamiento
que transformó decisivamente la iglesia y la sociedad de su tiempo. La primera
vez que Whitefield predicó, algunos se burlaban, pero la mayoría estaban
impactados, y se dice que se presentó una queja al Obispo que le había
permitido predicar, ya que 15 personas habrían quedado literalmente locas
(perturbadas mentalmente) después de escuchar el mensaje, a lo que el Obispo
respondió: “espero que su locura dure hasta el próximo domingo”.
lunes, 19 de octubre de 2015
LA IGLESIA - El canto y la música en la iglesia
El canto y la música ocupan un lugar importante entre las
prácticas de la Iglesia. Históricamente,
la iglesia cristiana ha sido una iglesia que canta. Si nos remontamos a los tiempos del Antiguo
Testamento, encontraremos todo un libro donde se aglomeran cantos y oraciones
dirigidos a Dios. El libro de Salmos es
el himnario bíblico. Los salmos fueron
utilizados durante la adoración en el templo.
Luego de cruzar el Mar Rojo, Moisés y los hijos de Israel cantaron al
Señor (Exodo 15:1). La temprana iglesia fue instruida a ser
una iglesia cantante (Efesios 5:19) La
iglesia triunfante también es una iglesia cantante (Apocalipsis 5:9; 14:3;
15:3).
La adoración debe
ser en el Espíritu
y no en la carne. Esto significa que
debemos adorar y cantar en el poder del Espíritu Santo y bajo su
dirección.
La adoración debe
ser en Verdad. Esto significa que el canto y la adoración de
la iglesia deben basarse en la Palabra de Dios y muy especialmente en la
revelación de Cristo en el Nuevo Testamento.
La adoración
requiere santificación y temor de Dios. ¡Cuánto pecamos en esto por culpa
de nuestra indiferencia, falta de sinceridad e hipocresía! ¿Estamos
completamente convencidos y seguros de lo que cantamos en un himno, o hemos
cantado sobre arrepentimiento y entrega porque sí, sin decirlo en serio?
Tenemos claro que la música y
el canto son una práctica bíblica. El
gran debate ha sido siempre la forma.
¿Es importante la forma de la música y de las letras? ¿Existe algún margen regulado por la Biblia o
el sentido común?
En la introducción a la
colección de himnos de 1751, Juan Wesley, el fundador del Metodismo, especificó
la forma como debían ser cantados los himnos dando además sus tonalidades.
Además de esto Juan Wesley aconsejaba la forma de cantar: “Cantad
espiritualmente. Poned los ojos en Dios en cada una de las palabras que
cantéis. Ayudaos en agradarle más que a
vosotros mismos o que a cualquier criatura. Para lograrlo, poned atención
a todo lo que cantéis y mirad que vuestro corazón no sea llevado por el sonido
sino que sea ofrecido a Dios continuamente".
La música y la letra de
nuestros cantos debe ser acorde a la dignidad de quien los recibe. A continuación transcribo las palabras de un
pastor metodista de Puerto Rico en 1939:
“Si la religión ha de ser la más noble y perfecta
expresión del espíritu humano, el himno religioso ha de ser reflejo de esa
noble y perfecta expresión. Ninguna
poesía de incorrecta gramática, falsa en el sentimiento y errónea en las ideas,
debe permitirse en la formación o estímulo del sentimiento religioso. Ninguna música sincopada de ritmo procaz,
alborotado, irreflexivo o sensual, puede producir la lucidez mental, la
iluminación del espíritu pertinente para asimilarnos al elevado espíritu de
Jesús, comprenderle, aceptar y practicar sus ideales y entregarnos a Él para
una vida de mayor rendimiento.”
Más allá de si usamos instrumentos electrónicos o no, y la
variedad de ellos, la regla para cantar a Dios debe ser la reverencia, el
orden, la humildad y el gozo pero del Espíritu.
Hay cada vez más creyentes e iglesias bíblicas que se
están abriendo a los cantos modernos de “alabanza y adoración”. Estas canciones tienen un poder atractivo
fascinante, sobre todo para los creyentes más jóvenes. Están irrumpiendo más y más en las reuniones
de jóvenes, en los coros de las iglesias, en los cultos y actividades de
diferentes iglesias conservadoras y fieles a la Biblia.
Las canciones “cristianas” de la actualidad tienen
melodías arrebatadoras, comunican alegría, entusiasmo, estímulo y vigor,
suscitan emociones.
Es triste tener que decir que en muchas iglesias se ha
descuidado la sana alabanza de Dios y la adoración de corazón.
Esto ha producido un conflicto con los creyentes más mayores
que no pueden cantar estos nuevos cantos, porque son expresiones de otro
espíritu y de otra clase de “cristianismo”.
Es necesaria la paciencia para convencer a los hermanos
que al principio quizá no comprendan
porqué la mayoría de estas nuevas canciones no son buenas.
Si queremos adorar en espíritu y en verdad, tenemos que
guardarnos de toda suciedad y mezcla espiritual. Pero tampoco queremos olvidar que puede haber
canciones nuevas verdaderamente espirituales.
Debemos orar diligentemente a Dios para el discernimiento de las letras
y los ritmos.
Material utilizado.
La alabanza carismática y la adoración bíblica en Espíritu
y Verdad. - Rudolf Ebertshäuser.
Factores importantes a tomar en cuenta respecto a la
música: Volumen y ritmo.
Factores importantes a tomar en cuenta respecto a la
letra: La regla debe ser la Palabra de Dios, deben ser cantos doctrinales,
especialmente de la doctrina de Dios, de Cristo, su persona y su obra.
TEXTO PARA MEMORIZAR
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”
Colosenses 3:16
martes, 13 de octubre de 2015
LA IGLESIA
II Señales de una iglesia verdadera.
Cuando
hablamos de señales, hablamos de sellos o distintivos. En este caso son marcas que nos pueden dar la
certeza de que una congregación no es un simple conjunto de personas con buenas
intenciones y con ideas religiosas, sino que son una iglesia verdadera.
Diremos
que las marcas o señales de una iglesia verdadera son 3:
a)
La Predicación verdadera de la Palabra; b) La correcta administración de los
sacramentos; c) El ejercicio de la disciplina.
Vamos
a distinguir eso sí entre señales esenciales, sin las cuales una iglesia
no es iglesia, y señales no esenciales,
pero que aportan a la buena salud de la iglesia.
SEÑALES ESENCIALES:
a)
La Predicación verdadera de la Palabra: Esta es la más importante señal. Es el gran medio para mantener la iglesia y
capacitarla. Juan 8:31-32, 47; 2° Juan
1:9. Esto no significa que la
predicación de la palabra en una iglesia deba ser perfecta para considerarla
verdadera. Mientras estemos en la
tierra, sólo se puede hablar de una pureza relativa en cuanto a enseñanza. Sin embargo, existe un límite que cuando se
traspasa, la iglesia deja de ser verdadera.
Esto ocurre cuando se niegan fundamentos de la fe, y la doctrina y la
vida dejan de estar bajo el control de la Palabra de Dios.
SEÑALES
NO ESENCIALES:
El buen estado de la iglesia en cuanto a estas
señales, depende del buen estado de la iglesia en cuanto a la primera señal. Si la primera señal está descuidada, las
otras dos también lo estarán.
b)
La Correcta Administración de los Sacramentos : En la iglesia cristiana, los llamados sacramentos
son sólo dos: Bautismo en agua y Santa Cena o Cena del Señor. Estos sacramentos no tienen poderes mágicos
por sí mismos. Ni el agua del bautismo,
ni el vino ni el pan de la cena tienen algún poder mágico en su interior que
puedan limpiar o cambiar la vida de alguien, sino la palabra de Dios que está
representada por estos elementos. Ya que
su poder viene de la Palabra de Dios, deben ser administrados por ministros de
la Palabra. (Marcos 16:15-16; 1
Corintios 11:23-30).
c)
El ejercicio de la disciplina : Es importante para mantener la pureza de la
doctrina y la santidad de los sacramentos.
La palabra de Dios insiste en la disciplina adecuada en la iglesia. (Mateo 18:18; 1 Corintios 5:1-5; Apocalipsis
2:14-16)
viernes, 9 de octubre de 2015
LA IGLESIA
I Naturaleza de la Iglesia.
a)
Un grupo de creyentes que forma una iglesia local, ya
sea que estén congregados o no (Romanos 16:4)
b)
Iglesias domésticas, que se reunían en casas por falta
de edificios (Romanos 16:23)
c)
En Hechos 9:31 se refiere a un grupo de iglesias.
d) Se le llama también
a la iglesia que se reúne en todo el mundo para adorar a Dios (1 Corintios
10:32), y en Efesios 4:11-18 se refiere a la Iglesia como organismo (cuerpo) espiritual.
e) También se llama
iglesia a la totalidad de los creyentes de todos los tiempos, en el cielo y en
la tierra (Efesios 1:22)
En todas estas definiciones,
vemos que la Iglesia
está compuesta de creyentes en
Cristo.
El Señor es quien fundó la Iglesia (Mateo 16:18),
quien la sostiene (Mateo 28:20), el que añade a los miembros (Hechos 2:47), y
Él mismo es su máximo líder (Efesios 5:23).
Marque con una X cuál de las
siguientes afirmaciones es correcta respecto a la Iglesia :
a)
La Iglesia es una institución
b)
La Iglesia es una fundación
sin fines de lucro
c)
La Iglesia es un organismo
espiritual
1. Podemos distinguir entre la IGLESIA INVISIBLE
y la IGLESIA VISIBLE.
Hablamos
de IGLESIA INVISIBLE, porque la naturaleza de la Iglesia es espiritual, así
que es imposible decir quién pertenece a la iglesia de manera perfecta. Tal vez se puede incluir a alguien que
realmente no es de la iglesia o se puede excluir a alguien que sí es de la
iglesia. La unión entre los creyentes es mística, no es un lazo visible y las
bendiciones de la salvación tampoco pueden ser vistas por el ojo humano. No todos los que pertenecen a la Iglesia Invisible
pertenecen también a la
Visible (ejemplo: el malhechor que se convirtió en la cruz).
Hablamos
de IGLESIA VISIBLE, porque la
Iglesia de Cristo tiene una organización externa: culto
público, sacramentos (Bautismo y Cena del Señor), evangelismo y estructuras de
gobierno. La Iglesia visible se compone
de todos los que profesan la fe verdadera en todo el mundo. No todos los que pertenecen a la Iglesia Visible pertenecen
también a la Iglesia Invisible
(ejemplo: personas que nunca han nacido de nuevo).
2. Podemos distinguir entre
IGLESIA MILITANTE e IGLESIA TRIUNFANTE.
REPASO
1.
¿Qué es la
Iglesia y quiénes la componen?
_________________________________________________________________________.
2. ¿Quiénes componen la Iglesia Triunfante ?_______________________________________.
TEXTO PARA MEMORIZAR
“y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia;” Colosenses 1:18
miércoles, 30 de septiembre de 2015
UNA IGLESIA VIVA - 4 Marcas de una iglesia viva (parte 2)
3.
Adoración, oración y reverencia.
Y perseverando
unánimes cada día en el templo, y
partiendo el pan en las casas,
comían juntos con
alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con
todo el pueblo. (Hechos
2:46-47).
Se reúnen, se congregan, esto es vital para los
creyentes. Perseverando unánimes. Hay
una comunidad que persevera. Perseveran
juntos, se apoyan mutuamente, se animan, se enseñan, se impulsan entre sí a las
buenas obras. Todos estos beneficios
se reciben al ser parte de una comunidad.
El compañerismo es beneficioso, lo fue para la iglesia primitiva, y
puede serlo hoy para nosotros también.
Es cierto que nuestra principal motivación de reunirnos debe ser el
tener una comunión y un encuentro especial con Dios, pero también debe
motivarnos la comunión con nuestros hermanos.
Actualmente para el hombre natural se ha vuelto muy difícil formar
comunidades, porque las sociedades (sea por asuntos culturales o
socio-económicos) tienden al individualismo.
Esto también ha afectado a la iglesia.
Partir el pan, podemos verlo como parte de la
adoración, ya que podemos tomarlo como una referencia a la Cena del Señor. También se sugiere que en la iglesia
primitiva se acostumbrara a realizar cenas entre los miembros de la iglesia
como una consecuencia natural de la comunión estrecha existente entre los
hermanos. A continuación transcribo un testimonio de una de estas
“convivencias”, descrita por Tertuliano, uno de los padres de la Iglesia hacia el año 195
d. C. aproximadamente: “Nuestra
cena con su nombre se acredita (361). Llámase en griego Agape, que significa caridad (362). Conste de cualesquier gastos esta cena que administra la
caridad, que donde el amor es dispensero, el gasto es ganancioso, porque con
este refrigerio socorremos los necesitados. Con esta cena remedíamos
la necesidad de los pobres, no les compramos la libertad, como lo hacéis
vosotros con los truhanes en los banquetes (363), que el que se obliga á hartarlos de comida los puede
hartar de contumelias; solamente se hace esta piedad en consideración de
ejercitar la obra que para Dios vale más, que
es el socorro de los menores. Si
la ocasión de la cena es tan honesta, la composición con que se come y se
reparte se puede medir por la causa; que si la causa es caridad, |285 será el modo religión. No admite esta cena
acción inmodesta ni vil. Lo primero que se gusta es a Dios; en esta mesa la
oración hace la salva. Aquí no se come, témplase el hambre. Bébese con
la sobriedad conveniente á un pecho honesto. Así se cena como quien se acuerda que también aquella noche ha de
adorar á Dios. Así se platica como quien atiende a que Dios oye las palabras.
Acabada la cena se lavan las manos (364), se encienden las luces, y se manda que cada uno salga
en medio de la congregación y cante algo de la Sagrada Escritura ,
o lo que su devoción le administrare, y así se prueba la templanza
con que se bebió en la cena. Este convite, pues, de los cristianos, con
oración comienza y con oración se acaba (365). De allí se retiran todos, no a ver cuadrillas de
esgrimidores que se hieren o se matan, como hacéis vosotros después de vuestras
cenas (366): no á rondar en camaradas, discurriendo por la ciudad para
injuriar a todos; no a buscar impetuosamente los encuentros de la torpeza, las
canciones, los bailes y entremeses, sino al cuidado de repasar la honestidad
que desprendieron en la cena, como aquellos que no cenaron cena sino enseñanza.”
Hay algo interesante que encontramos en estos
primeros cristianos. Según el vs. 46
ellos adoraban en las casas y en el templo. Podemos decir que son
dos formas de adoración: Formal (en el templo) e Informal (en los
hogares). Ellos deseaban estar reunidos
en torno al Señor, deseaban la comunión con sus hermanos. Digamos que la reunión de cristianos en un
hogar propicia un ambiente diferente al del templo. Los cristianos se nutrían tanto de la reunión
formal en el templo, como de la reunión informal en las casas.
Las reuniones de la iglesia tenían dos aspectos
importantes: Gozo y Reverencia. Cada reunión debe ser una celebración alegre,
pero la iglesia primitiva se caracterizaba también por su reverencia, las
reuniones eran alegres pero no irreverentes.
Si en algunas iglesias las reuniones parecen servicios fúnebres, en
otras son demasiado livianas. Cuando el
Espíritu Santo renueva la iglesia, la llena de alegría y también de reverencia
ante Dios.
4.
Evangelización contínua.
“Y todos los días añadía el Señor a la iglesia
aquellos que se habían de salvar” (Hechos 2:47).
Primero, vemos la soberanía de Dios en la
salvación. Es Él quien añade los nuevos
creyentes.
Vivimos en un tiempo de muchos avances
tecnológicos, rodeados de comodidades, y con muchas cosas al alcance de la
mano, sea de un click o de un llamado telefónico. Es este tiempo en que más
necesitamos ser una iglesia humilde, reconociendo nuestra incapacidad para
hacer la obra de Dios, y que sólo Cristo puede dar vista a los ciegos, hacer
oír a los sordos, hacer hablar a los mudos y revivir las almas muertas. Si es Cristo el que salva, Él es quien añade,
tenemos que rogar, tenemos que orar que al predicar el evangelio, Él sea con
nosotros, que Él nos de el mensaje preciso, las palabras adecuadas, para que
mediante su precioso Evangelio sea salvo el pecador. No es la iglesia que salva a los pecadores,
es Dios quien añade a la iglesia a los que han de ser salvos.
Algo importante que podemos ver en el versículo
47, es que el Señor salva a los que
añade a la iglesia, y añade a la iglesia a los que salva. O sea, si es Dios el que añadió un alma nueva
a la iglesia, es porque lo salvó. Y si
Dios salvó a alguien, podemos estar seguros de que lo va a añadir a la iglesia. Nunca Dios va a añadir un falso creyente a la
iglesia, eso lo hace el hombre carnalmente.
Nunca una persona verdaderamente salva va a estar mucho tiempo sin
integrarse a una iglesia, porque Dios lo añadirá.
La evangelización no debe ser una tarea de
ocasiones especiales, sino que debe ser continua. Cuando la iglesia está llena del Espíritu
Santo, se abre al mundo necesitado de Dios, con el Evangelio en sus corazones y
en sus labios, para dar de gracia lo que de gracia recibió.
Es por eso que más que nadie, la iglesia debe
conocer el Evangelio, porque es poder de Dios para salvación (Romanos 1:16), y
es el medio por el cual Dios se propuso salvar al pecador (1 Corintios 1:21).
martes, 29 de septiembre de 2015
UNA IGLESIA VIVA - 4 marcas de una iglesia viva (parte 1)
Para saber cómo es una
iglesia viva en el Espíritu, receptiva, dispuesta y abierta a la presencia y el
poder del Espíritu Santo, sin duda tenemos que remontarnos al ejemplo que
encontramos en las Escrituras, el de la iglesia primitiva o apostólica. Cuando observamos el proceder de esta
iglesia, y cómo el Espíritu Santo obraba en medio de ella, vamos a darnos
cuenta de algunas marcas, señales o características que tenía, tomando como
base Hechos 2:42-47: 1.Enseñanza
apostólica; 2. Comunión y Ayuda Mutua; 3. Adoración, Oración y Reverencia;
4. Evangelización continua.
1. Enseñanza apostólica.
Luego del discurso de Pedro el día de Pentecostés, los
que recibieron el mensaje fueron
bautizados, siendo un total
aproximado de 3000 personas, los que se añadieron a los 120 que orando en el aposento alto recibieron
el Espíritu Santo. El Espíritu de Dios,
por decirlo así, abrió una escuela ese día.
Los maestros eran los apóstoles que habían sido escogidos por Cristo, y
había 3000 estudiantes, que en realidad eran niños de Kinder, recien nacidos en
la fe, convertidos y llenos del Espíritu Santo.
Ellos tenían hambre de la verdad, querían estar a los pies de los
apóstoles absorviendo sus enseñanzas. El
ser lleno del Espíritu Santo es estar lleno del Espíritu de Verdad, así que no
cabe la idea de alguien que diga ser lleno del Espíritu Santo y que no le interese
la enseñanza bíblica.
¿Cómo se cuidaba la enseñanza o doctrina apostólica? Siempre se exhortaba a que los ministros, obispos, ancianos o pastores se
fijaran en el orden de la iglesia, y que su fe y su práctica se ajustaran a la
enseñanza impartida por los apóstoles (2 Tes. 3:6).
Los ministros eran instruidos y
constantemente impulsados a preocuparse de esta tarea, para que la iglesia no
se debilitara y no le faltara doctrina.
Se instaba a los ministros a preocuparse de la enseñanza, se les animaba
a leer y estudiar diligentemente, y que no dejaran de enseñar y explicar las
Escrituras (1
Timoteo 4:13). Pero no sólo eso,
sino que supieran retener la enseñanza en la forma que les había sido
entregada, sin cambiarla, sin torcerla ni interpretarla de manera antojadiza (Tito
1:9).
El
avivamiento en Chile “Dos cosas
son dignas de especial mención como teniendo alguna relación con el avivamiento
del año 1909. La primera es el tema de
los estudios de la Escuela Dominical ,
y la segunda, los testimonios en las clases experimentales.
En el año 1902, se estudiaba el libro de Los
Hechos. En un estudio de profesores en
el principio del año, un hermano dirigió al pastor esta pregunta: ¿Qué impide
que nosotros seamos una iglesia como esta iglesia primitiva? El pastor le
respondió: “No hay impedimento alguno sino el que esté en nosotros
mismos”. Así que todo el año en la Escuela Dominical
esto era nuestro blanco; y todo acto, toda persona, toda manifestación de Dios
en las lecciones, se nos presentó como estímulo en esa dirección.
La segunda cosa andaba muy en consonancia con la
primera. En los testimonios tan prestos,
y aún animados, se notaba en muchos una vaguedad que dio origen a una serie de
sermones tendientes a aclarar el testimonio del Espíritu a la salvación. Enseguida, una enseñanza clara y directa
sobre la santidad. La semilla cayó en
tierra bien preparada y hubo un avivamiento notable durante el año.” (Extraído
del libro “Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile”, de W. C. Hoover).
Finalmente, parecen muy oportunas las palabras del
autor John Stott: “Una iglesia llena del Espíritu es una iglesia bíblica,
una iglesia neo testamentaria, una iglesia apostólica. En ella se
enseña las Escrituras. Los padres enseñan la Biblia a los hijos. Los miembros de la iglesia
leen y reflexionan sobre las Escrituras todos los días. El Espíritu de Dios
dirige a su pueblo a someterse a la
Palabra de Dios, y cuando lo hace, esa iglesia se remueve con
la presencia del Espíritu Santo.”
2. Comunión
y ayuda mutua.
El amor y el cuidado mutuo entre los creyentes. La palabra comunión viene del griego
Koinonía, y significa lo que tenemos en común, lo que compartimos como
creyentes en Cristo.
Esta
palabra podemos verla de dos formas complementarias:
a) compartimos la Gracia de Dios. El apóstol Juan comienza su primera carta (1
Jn 1:3) diciendo que “nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su
Hijo Jesucristo.” Pablo complementa esto
diciendo que tenemos comunión con el Espíritu Santo (2 Corintios 13:14). Entonces nuestra comunión debe ser
trinitaria.
b) También
tenemos en común lo que damos. Pablo
también usa la palabra koinonía para referirse a una ofrenda que estaban dando
las iglesias. El adjetivo koinónico,
significa “generoso”, y en este pasaje, Lucas describe la generosidad de los
cristianos primitivos.
Entonces
hablamos de una comunión en la fe (creemos lo mismo, compartimos un mismo
Dios), y de generosidad, compartimos dando lo que tenemos.
En este pasaje del libro de los Hechos, en
especial se nos habla de la generosidad de los cristianos, que era tal, que en
la iglesia no había pobres, porque los que más tenían daban sus posesiones para
que vendiéndose, a nadie le faltara.
Esto no tiene nada que ver con el comunismo, donde la doctrina marxista
prohibe la propiedad privada, sino que es puro amor cristiano. Además, no significa que los cristianos
quedaban sin posesiones, porque también dice el libro de los Hechos que se
reunían en casas. ¿De quién serían las
casas donde se reunían si las hubieran vendido todas?
Eso no nos excusa de ser generosos y de dar
cuanto nos sea posible en casos de necesidad.
Ya dejamos de vivir una vida egoísta, ya no vivimos para nosotros, ahora
debemos vivir para Cristo.
Una iglesia llena del Espíritu es una iglesia
generosa. La generosidad ha sido siempre
una característica del pueblo cristiano, porque nuestro Dios es un Dios
generoso. De hecho, un significado de la
palabra Gracia es Generosidad. Si Él nos
da todo de Gracia, si nuestro Padre es generoso, sus hijos también debemos ser
generosos.
lunes, 28 de septiembre de 2015
UNA IGLESIA VIVA - ¿Qué es ser RADICAL?
“Estos son asimismo los que fueron
sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la
reciben con gozo; pero no tienen
raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación
o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.” Mateo 13:16-17
Según el Diccionario de la RAE (Real Academia Española de
la Lengua ), la
palabra radical tiene, entre otras, las siguientes acepciones: Perteneciente o relativo a la raíz.; 2.
Fundamental, de raíz; 3. Partidario de reformas extremas, especialmente en
sentido democrático; 4. Extremoso, tajante, intransigente.
Ser un cristiano radical no es usar ropa o algún
artículo que nos distinga, una polera que diga “soy un cristiano radical”. Como
lo dice el concepto, se trata de estar arraigado a la verdad de Cristo. En la parábola del Sembrador, vemos la
desgracia de aquellos corazones que son como la semilla que cayó en pedregales:
Oyeron la palabra y la recibieron con gozo, sin embargo, la palabra nunca se
pegó a sus corazones, nunca se arraigó, nunca tuvo un lugar en ellos. Bastó que viniera la prueba, el sufrimiento y
la persecución, para que ellos se escandalizaran y dejaran el camino.
Ser radical
entonces, es retener el testimonio de tal forma, que aunque vengan tempestades,
luchas y flaquezas, aún permanecer en la fe.
Aunque permanecer en la fe de Cristo llegue a ser peligroso para nuestra
propia vida como el mismo Señor lo profetizó (Mateo 24:9; Marcos 13:12).
Tenemos testimonio de los primeros discípulos,
cómo sufrieron por causa de Cristo y el Evangelio. En algunos casos la Escritura lo consigna, y
en otros, tenemos que remitirnos a fuentes históricas. A continuación repasaremos brevemente las
tribulaciones de los discípulos de la iglesia primitiva, tomando para esto como
referencia a “El Libro de los Mártires”, escrito por John Fox.
1.-
ESTEBAN: Fue el siguiente en padecer (después del
Señor Jesús). Su muerte fue ocasionada
por la fidelidad con la que predicó el Evangelio a los entregadores y matadores
de Cristo (Hechos 7). Fueron excitados ellos a tal grado de furia, que lo
echaron fuera de la ciudad, apedreándolo hasta matarlo. A continuación hubo una gran persecución
contra todos los que profesaban creer en Cristo. Alrededor de 2000 cristianos
(incluído Nicanor, uno de los 7 diáconos de Hechos 6:5) padecieron el martirio
durante la tribulación que sobrevino en tiempos de Esteban (Hechos 11:19).
2.- JACOBO
EL MAYOR: (Hechos 12:1-2) Jacobo, hijo de Zebedeo, hermano mayor de Juan y
pariente del Señor, porque su madre Salomé era prima de María. Esto habría ocurrido 10 años después de la
muerte de Esteban. Clemente de
Alejandría dice que cuando Jacobo estaba siendo conducido al lugar de su
martirio, su acusador fue llevado al arrepentimiento, cayendo a sus pies para
pedirle perdón, profesándose cristiano, y decidiendo que Jacobo no iba a
recibir en solitario la corona del martirio.
Así que ambos fueron decapitados juntos.
Timón y Parmenas (Hechos 6:5)
sufrieron el martirio alrededor del mismo tiempo; en Filipos y Macedonia
respectivamente, el año 44 d. C.
3.-
FELIPE: De Betsaida (Juan
1:43-44), trabajó diligentemente en Asia Superior, y sufrió el martirio en
Heliópolis, en Frigia. Fue azotado,
echado en la cárcel, y después crucificado, en el 54 d. C.
4.-
MATEO: Sufrió el martirio
estando en Etiopía, siendo muerto con una alabarda en la ciudad de Nadaba en el
año 60 d. C.
5.-
JACOBO EL MENOR: Fue escogido para
supervisar las iglesias de Jerusalén, y fue autor de la Epístola a Jacobo, o
Santiago, en el canon sagrado. A la edad
de 99 años fue golpeado y apedreado por los judíos, y finalmente le abrieron el
cráneo con un garrote de batanero.
6.-
MATÍAS: Fue escogido para llenar
la vacante dejada por Judas (Hechos 1:26). Fue apedreado en Jerusalén y luego
decapitado.
7.-
ANDRÉS: Hermano de Pedro, predicó
el evangelio a muchas naciones de Asia; pero al llegar a Edesa fue arrestado y
crucificado en una cruz cuyos extremos fueron fijados transversalmente en el
suelo (como una X).
8.-
MARCOS : Autor del Evangelio según
San Marcos, llamado también Juan Marcos (Hechos 12:25). Fue arrastrado y despedazado por el populacho
de Alejandría, en la gran solemnidad de su ídolo Serapis, acabando su vida en
sus implacables manos.
9.-
PEDRO: Entre muchos otros
santos, el bienaventurado apóstol Pedro fue condenado a muerte y crucificado,
como algunos escriben, en Roma. Hegesipo
dice que Nerón buscó razones contra Pedro para darle muerte; y que cuando el
pueblo se dio cuenta, le rogaron insistentemente a Pedro que huyera. Pedro, ante la insistencia de ellos, lo
hizo. Pero llegando a la puerta, vio al
Señor acudiendo a él, a quien adorándole, le dijo: “Señor, ¿a dónde vas?”, a lo
que él respondió: “A ser de nuevo crucificado”.
Con esto, Pedro, dándose cuenta de que se refería a su propio
sufrimiento, volvió a la ciudad.
Jerónimo dice que fue crucificado cabeza abajo, con los pies arriba, por
petición propia, porque era, dijo, indigno de ser crucificado de la misma forma
y manera que el Señor.
10.-
PABLO: También el apóstol Pablo, tras su enorme trabajo y obra para
promover el Evangelio de Cristo, sufrió también bajo esta primera persecución
bajo Nerón. Dice Abdías que cuando se
dispuso su ejecución, que Nerón envió a dos de sus caballeros, Ferega y
Partemio, para que le dieran la noticia de que iba a ser muerto. Al llegar a Pablo, que estaba instruyendo al
pueblo, le pidieron que orara por ellos, para que ellos creyeran. Él les dijo que poco después ellos creerían y
serían bautizados delante de su sepulcro.
Hecho esto, los soldados llegaron y lo sacaron de la ciudad al lugar de
las ejecuciones, donde, después de haber orado, dio su cuello a la espada.
11.-
JUDAS: Hermano de Jacobo, hijo
de Alfeo, era conunmente llamado Tadeo (Mateo 10:3; Lucas 6:16), fue
crucificado en Edesa el 72 d. C.
12.-
BARTOLOMÉ: Predicó en varios países,
y habiendo traducido el Evangelio de Mateo al hindú, lo propagó en la India. Finalmente fue cruelmente
azotado y luego crucificado por los agitados idólatras.
13.-
TOMÁS: Llamado Dídimo, que
significa gemelo (Mateo 20:24), predicó
el Evangelio en Partia y la
India , donde, provocar a los sacerdotes paganos a ira, fue
martirizado, atravesado con lanza.
14.-
LUCAS: El evangelista, el médico
amado (Colosenses 4:14), fue autor del Evangelio que lleva su nombre. Viajó con por varios países, y se supone que
fue colgado de un olivo por los idolátricos sacerdotes de Grecia.
15.-
SIMÓN: De sobrenombre Zelote
(Lucas 6:15), predicó el Evangelio en Mauritania, Africa, incluso en Gran
Bretaña, país en que fue crucificado en el 74 d. C.
16.-
JUAN: El “discípulo amado”, era
hermano de Jacobo el Mayor. Fue enviado
de Efeso a Roma, donde se afirma que fue echado en un caldero de aceite
hiriviendo. Escapó milagrosamente, sin
daño alguno. El emperador Domiciano lo
desterró posteriormente a la isla de Patmos, donde escribió el
Apocalipsis. Nerva, el sucesor de
Domiciano, lo liberó. Fue el único
apóstol que escapó una muerte violenta.
17.-
BERNABÉ: Se supone que murió
alrededor del 73 d. C.
Si buscamos un ejemplo de qué es un cristiano
radical, creo que en la vida de los apóstoles y primeros discípulos hemos
hallado una ilustración perfecta.
Terminamos con las palabras del autor John Fox
que nos dan cuenta de la iglesia que ha sido plantada por Cristo, contra la
cual las puertas del Hades no prevalecen (Mateo 16:18).
“Y a pesar de todas estas continuas
persecuciones y terribles castigos, Iglesia crecía diariamente, profundamente
arraigada en la doctrina de apóstoles y de los varones apostólicos, y regada
abundantemente con la de los santos.”
REFLEXIONEMOS.
1.- ¿He
logrado retener el testimonio o mi fe en Cristo en momentos difíciles?
2.- ¿He sentido la fortaleza y la gracia de Dios
en medio del sufrimiento?
3.-
¿Qué sentimiento me produce el conocer la historia de los apóstoles que
murieron por causa de Cristo?
viernes, 25 de septiembre de 2015
UNA IGLESIA VIVA - La verdadera adoración
“Así que, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional.”
Romanos 12:1
El apóstol Pablo ruega a la iglesia que adore a
Dios de la siguiente forma: Presentando sus cuerpos (sus vidas) en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios.
Esta es la verdadera adoración, el culto
racional. Adorar al Dios Verdadero no se trata de hacer lo que hacen las
religiones paganas, en éxtasis, sin comprender lo que hacen, perdiendo el
control de sí mismos, y sin ningún fruto en sus conductas, sin ningún cambio en
su corazón.
Hay quienes adoran en la carne. Se dejan llevar por sus impulsos, sus
emociones descontroladas. Pero la
verdadera adoración es en Espíritu y Verdad (Juan 4:24). En Espíritu significa que debemos adorar a
Dios no sólo obedeciendo a las normas externas y en la forma que se nos dice,
sino que debemos hacerlo en lo interior, con la actitud correcta. En verdad, significa que debe ser de acuerdo
a las Escrituras.
Debemos presentar nuestra vida en adoración a
Dios. Esto implica OBEDIENCIA,
SOMETIMIENTO, AUTONEGACIÓN.
No basta con que sólo nos comprometamos a
participar en los servicios programados en nuestra iglesia, no importa cuántos
sean. Aunque tuviéramos servicio los
siete días de la semana, sino están estas cosas en nuestra vida (obediencia,
sometimiento, y auto negación), no estamos adorando a Dios.
OBEDIENCIA: El Apóstol Pedro en su primera carta, capítulo
1, vers. 2, dice que fuimos escogidos por Dios, en santificación del Espíritu…
PARA OBEDECER, y ser rociados con la sangre de Jesucristo. Debemos OBEDECER a la verdad de la Palabra de Dios. Para esto necesitamos un corazón de carne
(nuevo nacimiento). La simpleza de un
niño en el ejemplo que nos muestra Jesús, quien con sencillez de corazón cree
lo que se le dice, es lo que debemos seguir.
Debemos obedecer a la fe (Romanos 1:5), creer en Cristo para
salvación y vida eterna, para perdón de pecados, justificación y
redención.
SOMETIMIENTO: Debemos someternos a Dios, a su soberana
voluntad, a sus designios. Esta en parte
es la voluntad no revelada de Dios, no es algo que podamos ver claramente en
las Escrituras, pero cuando nos encontramos ante situaciones difíciles y que no
podemos entender, entonces debemos someternos a Dios, aceptando su
voluntad. Esta es una manera de adorar a
Dios. (Santiago 4:7).
AUTONEGACIÓN: Debemos
negarnos a nosotros mismos. Esto
significa que ya dejamos de vivir para nuestro propio gusto, ahora nos negamos
a nosotros mismos, nuestros deseos egoístas, nuestros anhelos y metas
personales. Para verdaderamente adorar a
Dios necesitamos tomar esta determinación de que ya no vivo para mí mismo,
ahora vivo para servir y adorar a Dios, y eso significa que tengo que poner en
primer lugar la voluntad de Dios por sobre la propia. (Mateo 16:24; Marcos 8:34; Lucas 9:23).
No
es posible separar la palabra DISCÍPULO de ADORADOR. Porque somos discípulos de Cristo, vivimos no
sólo para servirle sino para amarle con toda nuestra vida. No se trata sólo de imitar una conducta, sino
que hacerlo de corazón. Por eso el ser
un adorador, significa obedecer a Dios, someterse a Él y negarse a sí mismo.
En
Hechos 4:32, podemos ver resumido cómo era el corazón de la iglesia
apostólica. El egoísmo no tenía lugar en
sus miembros, eran muchos pero un solo corazón y una sola alma. Tal era la unidad que aún sus propiedades
personales no las consideraban propias.
Podemos ver en ellos un corazón ensanchado, un pueblo generoso y
dispuesto a todo. No se reservaron nada,
sino que se entregaron completamente a Dios y a su obra. Pablo llegó a decir “ya no sois vuestros” (1
Corintios 6:19).
Esto
les permitió entregar su vida enteramente a Dios, sin reservas, estando
dispuestos aún a morir por causa de Cristo, comprendiendo cabalmente las
palabras de Cristo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame.” (Marcos 8:34)
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