"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;" 2 Pedro 1:19

lunes, 13 de junio de 2016

ORACIÓN DÉBIL, DIOS GRANDE

“Bendito sea Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.” 
Salmos 66:20.
Bendito sea Dios, que tu alabanza se escuche en los cielos, que tu acción de gracias traspase las nubes, que todos sepan que Dios es bendito, porque siendo Dios te ha escuchado.  Ha habido momentos en que nos hemos encontrado en profundos fosos, donde sólo hemos oído el eco de nuestros propios gemidos.  Nuestro clamor fue tan débil que nadie podía oírnos, sin embargo Dios lo escuchó, y pudiendo habernos ignorado, nos socorrió.
Nuestra salvación es del Señor, ya que si bien la oración sale de nuestros labios, Él bien pudiera hacer oídos sordos y dejar que suframos las consecuencias de nuestra propia rebeldía, sin embargo Él no hizo a un lado de sí mismo nuestra oración.
Él podría habernos escuchado, pero dejar que su justicia nos alcanzara y que tuviéramos lo que merecíamos.  Sin embargo, Él tuvo misericordia.
¡Bendito sea Dios porque no ignoró mi clamor, y porque en muchas ocasiones, en vez de aplicarme justicia, tuvo de mi misericordia!!!

Estoy seguro que hoy puedes gritar conmigo ¡BENDITO SEA DIOS…!!!

lunes, 6 de junio de 2016

ROMANOS 9:13 ELECCIÓN Y AMOR

“A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” Romanos 9:13
La gran provisión del amor de Dios con el que cuentan los hijos de Dios es algo maravilloso.  Si realmente conociéramos al Dios Santo, Santo, Santo y nos conociéramos a nosotros mismos, veríamos que el amor de Dios hacia nosotros es inexplicable. 
No hay cosa de mayor provecho que un cristiano pueda hacer cada día de su vida, sino tratar de medir la altura, la profundidad, la anchura y la longitud de este amor tan grande del cual somos objeto. 
Este amor tan grande no te puede dejar indiferente, porque, ¿en qué te diferencias de aquellos pobres hombres y mujeres que viven lejos de Dios con sus caras marcadas por el dolor, con sus ojos hundidos por la desesperanza, con sus corazones endurecidos como piedra a causa de su propio pecado?  ¿No podrías estar perfectamente entre sus filas sin tener nada que cuestionar al respecto?  ¿No podrías ser como Esaú que no apreció la bendición de su padre y la cambió por un plato de lentejas?  Sin embargo el amor de Dios se ha levantado como una montaña delante de ti para protegerte, para guardar tu camino.
Este amor tan grande, que no responde a ningún mérito propio, que no responde a nada especial en mí, me hace estremecer.  Que el Dios eterno, en la eternidad me haya escogido sin atender a mi conducta (porque aunque yo aún no nacía, él conocía ya mi corazón y mi conducta).  Él sabía que yo le rechazaría muchas veces antes de ser seducido por su gran amor.  Que yo daría coces como un caballo, rechazando su Evangelio.  Él sabía que yo huiría de Él, aunque sólo quiso siempre abrazarme, amarme con amor eterno y prolongar sus misericordias sobre mí.
Entiendo que haya aborrecido a Esaú, lo que no entiendo es que haya amado a Jacob.  Entiendo que Dios aborrezca al pecador, lo que no entiendo es que me ame a mí de la manera que lo hace, siendo que yo también soy pecador.
El amor tan grande de Dios el Padre hecho carne, es Jesucristo el Señor.  Nuestro Salvador es la muestra más grande de amor que alguien pueda dar.
Aún no comprendo tanto amor, pero saber que este Dios Justo y Santo me ama así, sólo me hace estremecer y querer serle fiel, viviendo solamente para Él.


Fernando García O.

martes, 31 de mayo de 2016

LEX LUTHOR ESTÁ EQUIVOCADO


¿POR QUÉ DIOS PERMITE EL SUFRIMIENTO?
Hace unos días se estrenó "Batman vs Superman", y en sólo una semana ha roto cualquier cantidad de récords a pesar de la polémica que ha despertado con opiniones encontradas, la crítica la odia y los fans la aman.  Aquí en CONTEXTICO nos gustó mucho, no sólo porque somos fans de DC Comics, sino también porque es una película que nos ha dejado mucho que analizar teológicamente.  Aunque hay muchas cosas en la cinta que podríamos analizar, los temas más profundos son en torno a la persona de Lex Luthor y su manera de concebir la vida.  Este Luthor, aunque en una versión diferente a lo que se estaba acostumbrado, nos ha parecido un excelente villano, un Lex que odia intensamente a Superman y, por lo tanto, quiere su fin.  La razón por la que odia a Superman es porque la humanidad lo ha convertido en su nuevo dios y el joven Luthor es ateo.  Su ateísmo queda reflejado en una plática que tiene con Superman, donde afirma que:
"Si Dios fuera todo poderoso, no sería del todo bueno, y que -por lo tanto- si Dios fuera del todo bueno, no sería todopoderoso"
Él ubica a Dios de esta manera, pensando en que Dios nunca evitó (porque no quiso o porque no pudo) que su padre le maltratara en su infancia.
Este pensamiento ha estado arraigado desde siglos atrás en las mentes ateas y también, en aquellas resentidas con Dios por alguna tragedia vivida, por traumas del pasado, o por la moda de "parecer inteligente", donde, desde este punto de vista; Dios no quiso actuar (por lo tanto no es bueno) o Dios no pudo actuar (por lo tanto no es todo poderoso).  Este es uno de los principales argumentos del ateísmo.  Durante siglos, muchos han hecho esta pregunta: ¿Cómo puede Dios ser bueno y todopoderoso a la vez si existe tanto sufrimiento en el mundo?
En este artículo queremos responder al ateísmo de Lex Luthor, y de muchos más.  Pero, quiero advertir que este artículo no pretende ser una respuesta exhaustiva y final a este argumento de Lex.  Sin duda hay muchos libros de hombres mucho más sabios que nosotros que podrías leer al respecto y tener una respuesta mucho más profunda y contundente.  Pero ahora queremos que le des un vistazo a este dilema y conocer en términos generales nuestra respuesta a esta afirmación. 

El Sufrimiento no es culpa de Dios.
Lo primero que tenemos que decir es que el sufrimiento no es culpa de Dios.  Todo el sufrimento del mundo, aun los sufrimientos que vienen por fenómenos naturales, son por culpa del ser humano.  Dios no creó un mundo sujeto al sufrimiento, cuando Él creó todo, aún al ser humano, Dios vio que todo era bueno (Genesis 1:31).  No había pecado, por tanto, no había ningún sufrimiento que el hombre pudiera causar, ni ningún castigo que Dios tuviera que traer al ser humano.  Pero, todo cambió cuando el pecado entró al mundo POR UN HOMBRE y así la muerte pasó a todos los hombres (Romanos 5:12).  Con el pecado, el hombre comenzó a fabricar un mundo lleno de sufrimiento, causándose catástrofes para sí mismo.  La muerte nos encerró en un círculo de dolor, en el que no importa quién seas, tarde o temprano sufrirás por causa de la muerte.  Así que, no le echemos la culpa a Dios por el sufrimiento.  El Creador nos dio un libre albedrío y el primer hombre, nuestro representante, lo desperdició eligiendo el pecado y ahora estamos sujetos a un mundo de dolor.  

El sufrimiento y la soberanía de Dios.
Aunque algunos sólo responderían con el argumento anterior, en realidad queda un problema aún más profundo: Si Dios es Todo poderoso y Bueno, pero además es soberano, ¿Cómo puede existir el mal? Permíteme explicarlo mejor: Si todo lo qeu pasa en este mundo (aun el dolor, la muerte e incluso la caída de Adán) pasa por que Dios así lo ha planeado o así lo ha permitido, ¿Cómo podemos decir qeu Él sigue siendo bueno? ¿Acaso no la soberanía de Dios termina haciendo a Dios culpable del sufrimiento?  ¿Acaso no podría Él con su soberanía y omnipotencia acabar con el dolor?Si es así, ¿Por qué no lo hace? Si Dios tiene la capacidad y la autoridad en el universo para acabar con el sufrimiento de una vez por todas, el hecho de que no lo haga, ¿No convierte a Dios en un ser cruel y tirano o en un ser débil que en realidad no puede acabar con el dolor?

El sufrimiento desde la perspectiva eterna.
La respuesta bíblica es clara: Dios es todopoderoso (Lucas 1:37; Apocalipsis 11:17; Jeremías 32:27), bueno (Salmos 34:8; 100:5) y a la vez absolutamente soberano (Isaías 46:9-10; Salmos 115:3; 135:6), aun en el sufrimiento. Pero la respuesta al dilema que esto nos presenta es algo compleja.  Aunque el sufrimiento no es culpa de Dios, el sufrimiento sí es usado por Dios para sus propósitos.  Tan sólo basta leer el libro de Job para entender que en su soberanía, Dios permite, planea y usa el dolor.  ¿Pero cómo puede Dos seguir siendo bueno? El punto radica en entender que Dios tiene propósitos más profundos en cada acto que orquesta en el universo.  En toda la historia que Dios está escribiendo, el sufrimiento juega un papel importante, que visto desde la perspectiva eterna de Dios no luce tan mal como desde nuestra perspectiva.  Hay que recordar que Dios es eterno y omnisciente, por tanto, Él mira toda su historia de redención en el pasado, presente y, sobre todo, futuro.  Nosotros por el contrario sólo miramos nuestro presente doloroso, y desde esa perspectiva, el dolor luce bastante malo.  La mejor ilustración para esto es la que Jonathan Edwards dio.  Él dijo que Dios es como un pintor que para hacer una pintura hermosa en ocasiones tiene que poner tonos oscuros, que vistos por sí solos no lucen tan bien, pero vistos desde la perspectiva de todo el cuadro cobran sentido y la pintura luce mucho mejor que sin ellos.  Así es, Dios en su soberanía hace, planea y permite cosas que por sí solas son dolorosas y no lucen bien, pero vistas en toda su historia cobran sentido y esta luce mejor que sin ellas.  


El sufrimiento en los propósitos de Dios

Aunque no podemos tener una respuesta específica al propósito que Dios tiene en cada sufrimiento en particular, sí podemos tener una respuesta general al propósito que Dios tiene para el sufrimiento en general.  El propósito de Dios en todo lo que hace, como ya lo hemos explicado en un video, es glorificarse a sí mismo y en ello nosotros obtenemos nuestro mayor gozo.  De esta forma, mientras Dios se glorifica, Él sigue siendo bueno, porque nosotros obtenemos el mayor bien que podamos recibir.  Entonces, lo mismo podemos decir con respecto al dolor, Dios está usando el sufrimiento para glorificarse y para que nosotros obtengamos el mayor bien posible.  Es por ello que ante el dolor sí puede existir un Dios que es soberano y a la vez sigue siendo bueno.

El sufrimiento y el Evangelio.
Si tienes duda de lo que estoy proponiendo, sólo mira a la cruz.  El acto en el cual Dios más se glorificó y el acto en el cual nosotros obtuvimos el mayor gozo fue forjado en medio del sufrimiento.  De hecho, me atrevo a decir, junto con John Piper, que la principal razón por la que existe el sufrimiento es porque un día Dios mismo se encarnaría para sufrir en nuestro lugar y ganar así una vida eterna en la cual no habrá más dolor.  El evangelio no existiría si la muerte (y con ello el sufrimiento) no hubiera entrado al mundo.  Jesús no se hubiera encarnado y la gloria del evangelio no hubiera brillado sobre nosotros si el dolor no hubiera llegado al mundo.  Mäs allá, nosotros no hubiéramos experimentado la gracia de Dios de la misma manera, si el pecado, la muerte y el dolor, nunca hubieran existido.  El sufrimiento tenía un propósito eterno en la mente de Dios, el evangelio mismo.

Al final de todo, el evangelio termina siendo la respuesta al dilema de Lex Luthor y de muchos ateos más.  En el evangelio, Dios demuestra su soberanía planeando y usando el sufrimiento para su gran plan y propósito en la historia.  En el evangelio Dios demuestra su bondad a pesar del sufrimiento usando este mismo para nuestro bien.  Pero más allá, en el evangelio, Dios demuestra su poderío sobre el sufrimiento dándole un golpe de muerte a la muerte y con ello al dolor.  Esta es la respuesta más importante, en realidad Dios ya venció el sufrimiento y los que hemos confiado en Cristo esperamos el estado eterno en una tierra nueva sin dolor, llenos de gozo viviendo en adoración al creador.  Dios al final de la historia demostrará su poder sobre el sufrimiento acabándolo de una vez por todas, victoria que ya comenzó en la cruz, cuando Él mismo cargó con el dolor.  Por esto, decimos firmemente que Lex Luthor está equivocado, Dios sí es Todopoderoso y bueno a la vez, además de soberano.  AL FINAL DE TODO, LO DEMOSTRARÁ.

Artículo extraído del sitio web www.contexticotv.com

jueves, 19 de mayo de 2016

UNA BIBLIA CON PATAS

“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 4:11

¿Y si la Biblia tuviera columna vertebral y pudiera pararse de tu velador, de tu escritorio o del púlpito de tu iglesia? ¿Si tuviera pies y pudiera trasladarse donde quisiera? ¿Si tuviera boca y pudiera emitir sonidos y pudiera darse a entender en nuestro idioma? ¿Cómo predicaría?
Muchas veces hemos recibido este consejo: “Cuando estés en cierta situación, o tengas que tomar una decisión, pregúntate: ¿Qué haría Jesús?”
Tal vez sería bueno que agregáramos esta ilustración que en el fondo quiere decir lo mismo: “Si tu Biblia pudiera hacerlo: ¿Cómo predicaría?”
El hecho es que la Biblia sí puede hablarnos, pero nosotros la ignoramos.  En cuanto al Evangelismo, hace aproximadamente un siglo hemos estado adoptando métodos humanos y razonamientos modernistas para evangelizar, pero hemos ignorado a la Biblia, que es la Palabra de Dios. 
¿Por qué no decidimos algo?  Ya que la Biblia no tiene columna y no puede levantarse, ¡que tenga la mía! Ya que no tiene pies para trasladarse donde quiera, ¡que tenga los míos!, ya que no tiene boca para emitir su contenido audíblemente, ¡que tenga la mía! 
Sería bueno que, en el mejor sentido de la palabra, resolvamos ser “una Biblia con patas”.  No para estar llenos de datos que sólo aumentarán nuestro orgullo, sino para hablar realmente la Palabra de Dios a todos los hombres. 
Es hora de volver a la Biblia, sin ninguna duda, ES HORA DE VOLVER.


Por Fernando García O.

lunes, 9 de mayo de 2016

REBELDES A LA PALABRA DE DIOS

  Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros,
Salmos 107:10
¿Por qué están en esa condición?
La respuesta está en el versículo 11… "fueron REBELDES" ¿a qué? "A LAS PALABRAS DE JEHOVÁ, ABORRECIERON el consejo del Altísimo".


¿qué hace que la condición de un creyente sea tal que se aproxime a la muerte espiritual y sea de completa miseria?  El ser REBELDE y ABORRECER la Palabra de Dios.  No hay error más grave que un creyente pueda cometer, que ignorar voluntariamente la Palabra de Dios y tomar el camino opuesto al que le ha señalado el Padre.

Pablo dice en Gálatas 6: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado, lo que el hombre sembrare eso también segará”. 


El creyente que en su corazón se aparta de la Palabra de Dios está en un peligro terrible, porque vive en tinieblas, y la muerte es inminente, pues constantemente lo cubre con su sombra.  ¿Acaso no buscamos las calles más iluminadas para transitar durante la noche?  Sin embargo, cuando nos rebelamos y aborrecemos el consejo del Señor, lo que hacemos es voluntariamente caminar por las sendas más oscuras y escarpadas, para andar a tientas, con enormes posibilidades de tropezar y caer más de una vez.  

Por Fernando García O.

martes, 15 de marzo de 2016

Palabra viva vs Predicación que mata

¿Cómo distinguir cuando Dios habla?  Hebreos 4:12 dice que su palabra es viva y eficaz.  Muchas veces confundimos esto con señales externas equivocadas.  La marca de una predicación viva es que es VIVA y EFICAZ, y que es MÁS CORTANTE QUE TODA ESPADA DE DOS FILOS.  Cuando Pedro dio su discurso después del derramamiento del Espíritu Santo el día de Pentecostés, la Escritura dice que los varones que lo escuchaban se compungieron de corazón (Hechos 2:37).  Esto significa literalmente que sus corazones fueron atravesados, perforados por la Palabra de Dios. 
La elocuencia y la emotividad no siempre son la marca de una predicación viva.  Podríamos estar oyendo a un predicador que grita y agita sus brazos, sin embargo su predicación sea muerta.
A veces se piensa que la predicación que mata es la que hiere y produce dolor en nuestros corazones, sin embargo, según la Escritura vemos que esa es precisamente la obra de la Palabra de Dios: herir, cortar, discernir, separar, dividir, hacer sangrar.  Dios es el único que puede limpiar nuestro corazón y lo hace por medio de Su Palabra, pero esa limpieza tiene que ser muchas veces drástica, y cuando el corazón está infectado, necesita de una operación, necesita que se introduzca un cuchillo que corte lo malo, que mate nuestras pasiones perversas y todos nuestros malos deseos. 

Muchas veces despreciamos a predicadores porque no son elocuentes, emotivos ni dinámicos, y tristemente, al hacerlo estamos despreciando el clamor del Altísimo, estamos tapando nuestros oídos a la sabiduría que clama en las plazas, despreciamos los decretos del Soberano Universal.

La Biblia dice que el vino se entra suavemente (Proverbios 23:31).  Así es la predicación que mata.  Es sutil, atractiva, y es inoculada como un veneno, en forma silenciosa, sin que sepamos que nos está matando.  Pensamos que el predicador de palabras infladas, muy elocuente y dinámico está predicando maravillosamente, pero a veces no es más que la ponzoña de Satanás.  Busca más bien la palabra que duele, la que te remece todo lo que has construido de acuerdo a tus propios pensamientos, esa palabra que ataca directamente tus pasiones. Esa predicación es la que lleva la palabra viva que salvará tu alma.

Por Fernando García O.

lunes, 7 de marzo de 2016

LA PORCION DE LOS SANTOS

 “Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. 
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado” Salmos 16:5-6

La palabra porción, una adjudicación (por cortesía, la ley o la providencia). 
La palabra suerte (goral goral) es un sinónimo en su sentido figurado, una parte o de destino (como si se determina por sorteo): - lote.
Las cuerdas (Chebel Chebel) una cuerda (como torcido), especialmente una línea de medición, por implicación de un distrito o herencia (medida).
Deleitosos na'ıym una delicia (objetiva o subjetivamente, literal o figurativamente), agradable, dulce.


El salmista dice que la porción, lo que le fue adjudicado, en este caso por pura gracia y providencia divinas, es Dios mismo.  Dios es la herencia, la más grande posesión de todo creyente.  Todo lo que el cristiano necesita es saber que verdaderamente le pertenece a Dios y Dios también es su más preciado tesoro, al punto que puede decir como Tomás: “Señor mío, y Dios mío”.
La suerte del cristiano es la mejor que puede tener un hombre en la tierra.  No hay hombre alguno que pueda ufanarse de tener mejor posesión, que el que puede decir con certeza y entrañable amor: “Yo tengo a Dios”. 
Si le preguntaren a alguno de nosotros si acaso tenemos ya nuestra casa propia, u vehículo o cualquier otro bien deseado por la gente de este tiempo, no se entristezca el que no lo tiene si verdaderamente tiene a Dios.  Y si lo tiene, estoy seguro que no puede sentirse más gozoso que de saber que aunque no lo tuviera, con Dios lo tiene todo.  Y con esto no quiero decir que Dios sea la garantía de que podrá tener cuantos bienes terrenales desee. sino que quiero decir que no desea otra cosa que conocer, experimentar y tener más de Dios en su vida.  Esta es la justa interpretación de Salmos 23:1, Jehová es mi Pastor, nada me faltará.

Su suerte, amado hermano, si pudieran verla los hombres más acaudalados de este planeta, la envidiarían, y tal como aquel hombre del que nos habla Cristo (Mateo 13:44), venderían todo lo que tienen con tal de tener el galardón incomparable que Ud. tiene. 

Me pregunto qué tan capaces somos de percibir esta verdad.  Me pregunto con qué intensidad sabemos en nuestro corazón, una vez que enfrentamos la escasez, la estrechez económica, la falta de amigos, la falta de trabajo, la ruptura familiar, de que verdaderamente Cristo es nuestro más preciado Don del Cielo.

Muchas veces me sorprendí en el pecado de desear cosas materiales con intensidad y desespero, tal como lo hace el mundo.  Muchas veces también me jacté en mi corazón de dones y cosas espiituales, y busqué con afán experiencias místicas (Lucas 10:20), menospreciando así el Don más hermoso y el más valioso tesoro que alguien puede tener: Dios mismo. 

¡Ojalá pudiéramos ver!, ¡Ojalá pudiéramos saber!, ¡Ojalá pudiéramos entender!:  ¡Jehová es nuestra porción, él es nuestra herencia y nuestra copa! 
Y digo más: Debemos ver, debemos saber y debemos entender, para que cuando nos encontremos en aflicción, con prontitud seamos consolados y no seamos consumidos de demasiada tristeza, y la salvación y el oportuno socorro vengan por nuestras pobres almas desde lo alto. 

De su experiencia al ver, saber y entender que Dios es su don más preciado, el antiguo predicador británico y hojalatero de profesión, John Bunyan, dijo lo siguiente: “¡Herederos de Dios! El propio Dios es la porción de los santos. Fue eso lo que vi y lo que me llenó de admiración; sin embargo, no puedo contar todo lo que vi… Cristo era un Cristo precioso en mi alma, constituía mi gozo; la paz y el triunfo en Cristo eran tan grandes, que con mucha dificultad pude seguir acostado.”

Respecto a lo que dice, que Él es quien sustenta nuestra suerte, quiere decir que Él es quien nos asegura esto.  El hecho que yo pueda decir : Dios mío, es algo que está asegurado por el mismo Dios a aquellos que Él conoció de antes (Romanos 8:29).  Sin embargo hay muchos que sin tener tan noble posesión, hacen uso de una potestad que no les ha sido confiada, por lo tanto no traerá a sus almas el efecto bendito del favor de Dios, por más que clamen “Señor, Señor” (Mateo 7:21). 
Note Ud. que esta seguridad no puede venir de nosotros mismos, ni de nuestra voluntad, ni de nuestra imaginación, sino que ha de venir de Dios. 

Termino con las palabras de Charles Spurgeon:

“El cielo es una heredad; debemos tomarlo por nuestro hogar, nuestro reposo, nuestro bien eterno, y mirar este mundo como que ya no es nuestro, como que no es más que un territorio por el cual pasa nuestro camino a la casa de nuestro Padre.” (sobre Salmos 16, El Tesoro de David, Charles Spurgeon).



Por Fernando García O.

jueves, 28 de enero de 2016

¿EN QUÉ ESTÁS PENSANDO?

 "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.  Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.  Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Colosenses 3:1-4.

El Apóstol Pablo nos dice que hemos muerto, y si hemos resucitado con Cristo, entonces nuestros mirada debe haber cambiado, nuestros ojos son otros. 
La prueba de que realmente no has muerto para el pecado, y menos has resucitado con Cristo, es que tus ojos siguen puestos en las cosas terrenales. Esta frase “poned la mira”, es la palabra griega froneo y significa ejercitar la mente, estar dispuesto mentalmente, intensivamente interesado en una cosa.  Más que mirar, entonces es pensar con perseverancia e insistencia.  La pregunta es: ¿en qué estás pensando?   Ten cuidado que mañana te vas a encontrar con alguien que te va a ofrecer lo que tú estás soñando, lo que ocupa tu mente.  ¿Qué es lo que ocupa tu mente?
Hoy se han levantado profetas en gran número, levantan iglesias o Centros de Entrenamiento, en calle Sucre hay uno llamado “Casa de Éxito” y personas como éstas dicen:  La iglesia está aprendiendo que ya no debemos estar pensando en el cielo, sino en nuestra vida ahora, hacen charlas de superación personal, escriben libros de autoayuda.  Estos son los que recubren las paredes con lodo suelto, en Ez. 13:10 y ss. y Ez. 22:28 (del hebreo tofel, quiere decir untar (estropear); yeso (como gomoso) o lodo; en sentido figurado, frivolidad: - cosas tontas, desagradables).  Me encontré con un video de una entrevista en un canal secular a un pastor argentino, que se llama Bernardo Stamateas, quien dijo lo siguiente: “debemos volver a creer en Dios y en nosotros fundamentalmente” (habla de la autoestima, el quererse a uno mismo, a este respecto, la Biblia nos manda a amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos, pero nos advierte que el ser amadores de sí mismos es una conducta pecaminosa 2 Ti 3), y sigue: “antes se pensaba que la iglesia preparaba a la gente para el cielo, para el más allá, y nos dimos cuenta que la iglesia está para preparar para el más acá, para la tierra (¿?).  Que nuestro mensaje no es celestial, no es para el futuro, es para el hoy (¿?), y que la voluntad de Dios es que cada persona sea feliz y pueda alcanzar sus sueños(¿?)”.  Frente a éste último punto, la Palabra de Dios nos aclara para qué fuimos creados:  Ef 2:10; Ef. 1:11-12; Fil 1:11
Vuelvo a preguntar: ¿en qué estás pensando? Realmente morimos para el mundo y resucitamos para Dios?  Esto no son palabras bonitas, es una realidad espiritual.
Quizás hoy te des cuenta que lo único diferente que tienes con los jóvenes mundanos, es que vas a una iglesia, y que lo que ellos le piden a la virgen, a un adivino o confían en sí mismos, tú se lo estás pidiendo a Dios.  Pero si sacas al destinatario de tus peticiones y a los de ellos, vas a ver que eres igual que el mundo, estás pensando en lo mismo.  El Señor Jesús dijo en Lc. 12:29-31 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.31. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
Buscad tener éxito en la vida, buscad ser excelentes profesionales… ¿no?  ¿Qué tiene de malo tener sueños, metas, anhelos personales? Cuando estas cosas terrenales ocupan el primer lugar en tu mente, y sin darte cuenta, vas aislando a Cristo de tu corazón.  ¿Dónde tienes puesta tu mente?, ¿cuáles son tus intereses mayores? 
¿Bueno, y entonces qué son las cosas de arriba?  Lc. 12:35-37  Colosenses 3:1, dice que debemos mirar las cosas de arriba, donde está Cristo sentado. Ef. 1:3-5.  Bueno, se supone que si somos cristianos, según Gálatas 2:20, hemos muerto para el mundo, pero hemos sido resucitados para vivir nuestra vida en Cristo y decimos, ¡ya no vivo yo!!!, ¡Cristo vive en mi!!!… se supone. 

Revisémonos, examinémonos a nosotros mismos.  Veamos cuáles son nuestras metas, cuáles son nuestros deseos más íntimos ¿riqueza, fama, prosperidad, éxito, bienestar, estabilidad económica, lujo, placer? Esto nos dará una clara señal de si hemos nacido de nuevo o si seguimos viviendo en la carne y para la carne.  

Por Fernando García O.

miércoles, 13 de enero de 2016

ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO por Richard Baxter. Directriz Nº 12

Mire algunas personas santas y eminentes sobre la tierra, y mire al mundo loco, profano y maligno, y la diferencia le dirá, en parte, lo que es el pecado.  ¿Es que no hay bondad en una persona santa e irreprensible, que vive en amor para con Dios y con las personas, y en la alegre esperanza de la vida eterna? ¿No es abominable un borracho, promiscuo, blasfemador, malicioso, perseguidor, una criatura repugnante y deformada? ¿No es una visión miserable el estado impío, loco, confuso e ignorante del mundo? ¿No es todo eso en lo que el pecado consiste?

lunes, 11 de enero de 2016

ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO por Richard Baxter. Directrices 10 y 11

Nª 10.- Vea siempre pecado y juicio juntos.  Recuerde que usted tendrá que responder por eso delante de Dios, de los ángeles, y de todo el mundo; y usted lo conocerá mejor.
Nª 11.- Fíjese en el dolor, la pobreza, la vergüenza, la desesperación, la putrefacción y muerte en la sepultura; eso le ayudará un poco a entender lo que es el pecado.  Estas son cosas que están delante de usted y en sus sentimientos; no necesita tener fe para entenderlas.  Y por tales efectos usted entenderá algo más sobre su causa.

viernes, 8 de enero de 2016

ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO por Richard Baxter. Directriz Nº 9

Mire siempre al pecado como alguien que está cercano a morir y considere como todo hombre el juicio final  ¿Qué dicen los hombres en el cielo acerca del pecado? ¿Qué dicen los hombres en el infierno sobre el pecado? Y los hombres que está a punto de morir, ¿qué piensan del pecado?  ¿Y las almas conversas y las conciencias despiertas, qué dicen?  ¿Ellos le aplauden? ¿Hablará bien del pecado alguno de ellos? Pero, en general todo el mundo habla mal del pecado, incluso cuando ellos mismos aman y cometen diversos actos.  ¿Pecaría usted si estuviese al borde de la muerte?

lunes, 4 de enero de 2016

ORIENTACIONES PARA ODIAR EL PECADO, por Richard Baxter. Directriz Nº 8


Fíjese en el estado de tormento de los condenados, y piense bien la diferencia entre ángeles y demonios, y ahí verá qué es el pecado.  Los ángeles son puros; los demonios son sucios: santidad y pecado son dos extremos.  El pecado habita el infierno, la santidad el cielo.  Recuerde que toda tentación viene del diablo, para hacerle ser como él es; y toda disposición santa viene de Cristo, para hacerle ser como Él es.  Acuérdese cuando peque, que está usted imitando y aprendiendo del diablo, y será, hasta ese instante, como él (Juan 8:44).  Y la finalidad que esto conlleva es que también usted sienta los mismos sufrimientos que él.  Si el infierno de fuego no es bueno, tampoco lo es el pecado.