"Y yo los fortaleceré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová." Zacarías 10:12.
Aun siendo un pueblo pequeño ante los pueblos vecinos que constantemente los amenazaban, Israel contaba con una gran ventaja: Dios.
Muchas veces ellos sufrían con el ataque de otros países como un castigo de parte de Dios, aún así Dios cumplía su promesa hecha a los padres (Abraham, Isaac y Jacob), y también las promesas hechas a David, y los preservaba, los protegía y los libraba de sus enemigos por poderosos que fueran. siempre el poder de Dios se muestra en sus hijos, y la única manera es que nosotros seamos debilitados. Cuando nosotros nos vemos afligidos a tal punto que nos damos cuenta que nosotros no podemos salir del problema, o no podemos hacer lo que Dios nos ha mandado a hacer, entonces Dios se manifiesta. En nuestra pobreza, en nuestra debilidad e incapacidad, Dios se glorifica.
Nuestra fuerza no está en nuestra voluntad, en nuestro intelecto, en nuestro ánimo, ni en nuestros propios recursos, sino en el Señor.
Pablo lo vivió y lo enseñó claramente: "Si es necesario gloriarse, me gloriaré en los que es de mi debilidad" (2 Corintios 11:30). Y David dice: "Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el el que levanta mi cabeza."
Dios nos fortalecerá para que andemos en sus caminos. Sean cuales sean las dificultades, luchas y carencias que enfrentemos, Dios nos dará la fuerza para hacer su voluntad, para cumplir el ministerio que él nos ha encomendado, para vivir en santidad delante de su presencia, perseverar en la fe y permanecer en Cristo. Aunque estés ahora lleno de pecados y rodeado de tentaciones, Dios puede levantarte y hacer que vivas delante de Él. Basta que mostremos nuestra debilidad, nos humillemos y nos arrepintamos delante del Señor.
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza." Efesios 6:10
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